Ángel Di María es jugador libre. Finalizó su contrato con París Saint Germain tras siete temporadas, y por estos días, mientras descansa en Rosario junto a su gente, analiza junto a su agente cuál será el futuro próximo, publica diario Marca de España.

En tanto, fue convocado por la dirigencia del club para ser el protagonista de una sesión de fotos con la camiseta, y su tradicional número 11, dorsal que lo acompañó durante su consagración en la primera división y que volvió a lucir.

El caso es que Di María, tal y como mencionara su padre meses atrás, tiene el deseo de jugar en Rosario Central, pero actualmente hay dos cuestiones de peso que se lo impiden, ninguna económica ya que como bien sabemos, ningún club sudamericano podría concretar su llegada y en su caso, la plata no sería un problema para ponerse de nuevo la del Canalla.

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La primera tiene que ver con que se viene el Mundial de Qatar 2022 y pretende jugar al máximo nivel en una liga de las de elite: Italia, España o Inglaterra. Si bien tiene su boleto asegurado a la Copa del Mundo, reconoce por experiencia que le vendría bien continuar exigiéndose al máximo, algo que no encontraría en la liga argentina, pese a su notorio nivel.

El segundo motivo y no menor tiene que ver con que, tanto él como varios jugadores del seleccionado, entienden que no se sentirían seguros en su país. En más de una ocasión manifestaron que el país no está preparado para su vuelta, ya que además de no sentirse seguros no tendrían la calidad de vida que ofrece hoy en día Europa.

Mientras el FC Barcelona intenta ficharlo fue que Di María posó de frente y de espaldas con la casada que tenía su nombre y el tradicional número 11, el que utiliza habitualmente, incluso con la selección nacional.

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El futbolista debutó en Rosario Central en 2005, con solo 17 años, y en 2007 fue transferido a Benfica de Portugal, su primera escala en Europa, ya que luego pasó por Real Madrid, Manchester United y PSG. (D)