Después de cuarenta años de que se inició la guerra de las Malvinas, la sociedad argentina todavía recuerda aquel suceso, que sigue marcado en la memoria y perdura en la historia del país. También el fútbol fue una figura clave y, hasta por momentos, aislada de aquel trágico conflicto.

El deporte rey no paró en muchas ocasiones y fue hasta entretenimiento para los aficionados de aquella época, publica diario Marca de España.

Por lo general, no hubo voces discordantes con la decisión tomada por Leopoldo Galtieri de recuperar las islas en poder de Inglaterra. De hecho, hasta la selección de Argentina comenzó su preparación de cara al Mundial de España 1982. La URSS y Bulgaria fueron rivales de la Albiceleste.

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De la negativa de Di Stéfano al ‘robo’ de Maradona

Sin embargo, Alfredo Di Stéfano, en aquella ocasión, no entendió cómo no se paró el fútbol: “No es lógico que, mientras unos se juegan la vida en las Malvinas, otros participen del Mundial para divertir a la gente”. Más allá de la contienda, lo cierto es que Argentina no tuvo buena suerte en aquella participación, en la que no alcanzó a llegar a las semifinales.

Maradona ya formaba parte de aquella selección, entrenada por Menotti. Tuvo que esperar hasta cuatro años para ejecutar su “venganza” contra los ingleses. Aquel famoso gol de la “mano de Dios” tuvo una pequeña intrahistoria que Diego contó en su biografía: “Ahora sí puedo contar lo que en aquel momento no podía, lo que en aquel momento definí como la ‘mano de Dios’ (...) ¡Qué mano de Dios! ¡Fue la mano del Diego! Y fue como robarle la billetera a los ingleses también”.

Un partido dividido por dos hinchadas inglesas... en la que una alentó a Argentina

Pocas veces se puede encontrar el caso de una hinchada inglesa alentando o cantando incluso “¡Argentina!”. Pero así lo vivió Osvaldo Ardiles, campeón en el Mundial 1978 con la Albiceleste, que justo un día después del inicio de la guerra tuvo que afrontar en suelo inglés un partido de semifinales de FA Cup con el Tottenham.

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Su rival, el Leicester, le hizo la “vida imposible” mientras recibía la pelota. “¡England, England!”, gritaba la hinchada del rival de los Spurs.

Pero, curiosamente, la afición del equipo londinense respondió de una curiosa forma: “¡Argentina, Argentina!”. El estadio tuvo a las dos hinchadas completamente divididas. Y todo por Ardiles: “Sentí como si estuviera dividido en dos. Como si una bomba hubiera explotado en mi organizada vida”. (D)