La Conmebol, en cooperación con su patrocinador Gatorade, invitaron la semana pasada a los hijos mayores de Alberto Spencer Herrera y otros seis familiares en el marco del evento de la final única de la Copa Libertadores Guayaquil 2022 que se disputó el sábado último. La imagen del que fuera artillero de aquel histórico plantel de Peñarol de la década de 1960 fue reconocida por el presidente de la entidad sudamericana, Alejandro Domínguez, en el preámbulo del partido Flamengo vs. Athletico Paranaense (1-0) en el estadio Monumental Banco Pichincha, el sábado 29 de octubre.

La placa de reconocimiento al récord de 54 tantos convertidos en la Libertadores, 48 con Peñarol y 6 con Barcelona SC, fue recibida por Jacqueline y Alberto (Beto) Spencer Capetillo.

Conmebol hizo un reconocimiento a Alberto Spencer en el evento de la final de Copa Libertadores en Guayaquil

Antes del acto, Beto Spencer quiso subrayar el porqué de la visita de la familia en Guayaquil: “Venimos también por una propuesta personal y familiar de solicitarle a la gente de Conmebol que de una vez por todas coloque el nombre Alberto Spencer al trofeo del goleador de la Copa Libertadores (...) Sesenta años ser el goleador de una competición internacional no es poca cosa y tampoco es casualidad”.

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Más distendido, Beto confesó que él y su hermana Jacqueline “no estamos acostumbrados a estar en los medios ni a estar acostumbrados a la televisión ni a la radio a dar conferencias de prensa, pero intentamos hablar sobre él”.

Alberto Spencer, 50 años de su último gol en Copa Libertadores y el trofeo no lleva su nombre

“Una cosa es hablar sobre él y otra cosa es escucharlo, cuando a veces en alguna entrevista por Twitter o por cualquier medio de comunicación sale la voz de él, para nosotros es tremendo”, dijo respecto del video de su papá en 3D hablando en el campo de juego del Monumental que produjo Gatorade.

“No es fácil para nosotros venir a Ecuador no estando él, porque en todos los lugares está: los olores, la comida, los recuerdos, la gente que nos ve por la calle y nos saluda. Ojalá que podamos seguir viniendo”, añadió.

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Afortunadamente hubo tiempo para charlar acerca de las anécdotas que contaba Alberto Spencer Herrera a sus tres hijos.

“La Copa Libertadores en la época que papá tuvo la suerte de jugar, siempre digo lo mismo: ‘(Él) acompañado por un montón de gente, jugadores, hombres de una generación irrepetible, y tuvo la suerte de ser el goleador de la Copa. Fueron grandes batallas, con grandes equipos, grandes rivales, que por un lado lo respetaban y por otro lado lo golpearon bastante”, narró.

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Reveló detalles familiares y la pasión en casa por Barcelona SC, donde militó dos temporadas Cabeza Mágica hasta que se retiró del fútbol profesional en 1972.

“Y obviamente también jugar en el Barcelona en los últimos años su carrera, que para nuestro gusto podía haber seguido jugando unos años más, por lo menos dos o tres años podía haber seguido porque él se cuidaba mucho. Justo en ese ínterin que estuvo en Barcelona nació mi hermano Walter, entonces también eso ayudó a que decidiera de una vez por todas no jugar más y retirarse, porque la distancia entre Uruguay y Ecuador para él, estar el día a día con el hijo chico, era extrañar mucho y se le complicaba”, afirmó.

“Creo que todas las lagrimas de todos los hinchas de Peñarol recayeron sobre él porque no querían que se fuera ni que se retirara, pero la decisión estaba tomada”, finalizó.

Alberto y Jacqueline Spencer Capetillo llegaron a Guayaquil la noche del miércoles anterior desde Uruguay, su país de residencia, y regresaron el martes sobre las 19:00.

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(D)