En uno de los libros oficiales de la Conmebol -40 Años. Copa Libertadores de América. 19060-2000- se dice del formidable Alberto Spencer Herrera que “su figura morena está adherida para siempre a la historia de la Copa” porque estableció marcas insuperables “ingresando a la galería de los inolvidables por la ancha puerta de la idolatría popular”.

Familia de Alberto Spencer Herrera hace un pedido al presidente de Conmebol antes de la final de Copa Libertadores en Guayaquil

Esa afirmación rotunda y respetuosa se hace porque Spencer es el goleador máximo del certamen, con 54 anotaciones (48 con la camiseta a la que llevó a la gloria universal, la de Peñarol; y seis con Barcelona SC). Pero pese a tan brillantes antecedentes, a los descendientes de Cabeza Mágica todavía les preocupa que la Conmebol no haya formalizado el bautismo, con el nombre de Spencer, al trofeo que recibe el artillero de cada edición.

Tenemos “una propuesta personal y familiar: solicitarle a la gente de Conmebol que de una vez por todas coloque el nombre Alberto Spencer al trofeo del goleador de la Libertadores”, dijo en Guayaquil Alberto Spencer Capetillo, quien es uno de los invitados a la final de este sábado en el estadio Monumental Banco Pichincha, cuando se midan los brasileños Flamengo y Athletico Paranaense.

Publicidad

La familia Spencer participará en un homenaje al legendario Alberto Spencer en el preámbulo de la final de Copa Libertadores

Y si la exigencia de los familiares del mejor futbolista de todos los tiempos no bastan, una serie de récords fijados por el crack nacido en Ancón, en 1937, le dan peso definitivo a la petición que ellos hacen. La solicitud a los jerarcas de la Conmebol coincide con el aniversario número 50 del último tanto que el extraordinario delantero marcó en la Libertadores.

La histórica anotación 54 de Spencer en el certamen se produjo la noche del miércoles 22 de marzo de 1972 en el estadio Modelo, escenario guayaquileño que hoy lleva el nombre del también apodado Hombre del gol importante. La víctima final del tricolor fue el arquero paraguayo Ramón Zaya Mora, que atajaba para el Chaco Petrolero, de Bolivia.

Fue en una victoria 3-0 de Barcelona SC, en partido correspondiente al grupo III de la Libertadores. “Con una magistral acción Spencer abrió la ruta del triunfo”, dijo EL UNIVERSO de la espectacular zambullida del ariete quien de cabeza convirtió un golazo a los 15 minutos que levantó de sus asientos a los emocionados 32.000 espectadores, quienes seguramente no tenían certeza de la magnitud del hecho que atestiguaron.

Publicidad

Otto Vieira puso en el terreno esta formación: Rubén Montoya; Walter Cárdenas, Miguel Pérez, Édison Saldivia, Víctor Peláez; Pepe Paes, Jorge Bolaños; Washington Muñoz, Pedro Perico León, Spencer, Celino Mora. Esa fue la tercera victoria de los amarillos, que empataron tres veces y avanzaron invictos a la ronda de semifinales de la Copa.

Spencer empezó su escalofriante conteo de goles en la Libertadores en 1960, el 19 de abril de ese año, cuando le marcó cuatro al elenco boliviano Jorge Wilstermann, en el estadio Centenario de Montevideo. Fue en el triunfo de Peñarol por paliza de 7-1. No tuvo piedad el ecuatoriano con el portero Hernán Rico, castigado en los minutos 35, 57, 66 y 89.

Publicidad

La edición de 1960 fue la primera que quedó en poder del Peñarol de Spencer, que repitió en 1961 y en 1966 (en ambas ocasiones también el popular cuadro de Montevideo ganó la Copa Intercontinental, que es el antecedente del hoy llamado Mundial de Clubes de la FIFA).

En la Libertadores Spencer también es el jugador ecuatoriano que más veces actuó en el certamen, con 88 presencias (según el dato estadístico elaborado por la Confederación Sudamericana de Fútbol en el 2020). Nueve de esos 88 encuentros coperos de Spencer corresponden a partidos de finales de ida y vuelta con Peñarol.

La marca de Spencer con más anotaciones en un solo juego de la Copa está registrada el 7 de julio de 1963. En esa fecha perforó cinco veces la valla del Everest, de Guayaquil, el equipo con el que se estrenó como profesional en 1954. En el Centenario Peñarol arrasó con su débil adversario por 9-1 y Cabeza Mágica anotó en los minutos 4, 6, 9, 23 y 72.

Alberto Spencer Capetillo, respecto al nombre de su padre inmortalizado en el galardón que anualmente recibe el goleador de cada edición de la Libertadores, aclaró que la petición ha sido hecha a Alejadro Domínguez, presidente de la Conmebol, varias veces y de diversas formas.

Publicidad

“Se lo dijimos en Montevideo el año pasado, se lo dijimos vía Twitter y no hemos tenido respuesta. Ojalá que este año (en la final de Guayaquil), ahora que estamos en la tierra que fue de él (de Alberrto Spencer), también puedan hacerlo efectivo porque creemos que es justo y sesenta años ser el goleador de una competición internacional no es poca cosa y tampoco es casualidad”, declaró el vástago del futbolista fallecido en el 2006.

¿Cómo era Spencer a la hora de anotar goles? Así lo describió hace 22 años el periodista uruguayo Atilio Garrido en el libro de la Conmebol arriba citado: “Parecía un puma agazapado y expectante en el bosque de las defensas adversarias. De pronto, como impulsado por un mágico trampolín, salía como un filoso cuchillo de su vaina buscando la inmensidad del cielo y cuando estaba en lo más alto, cuando había superado en el salto a todos sus rivales, (Spencer) aplicaba el feroz zarpazo”. (D)