Negados, lesionados, suspendidos, en capilla… La triple fecha de la Eliminatoria que comienza este jueves está signada por un mal de ausencias. A una mayoría de selecciones le faltan jugadores por motivos diversos. Sumando los que no vinieron de Inglaterra porque los clubes de la Premier League no quisieron cederlos, los afectados por lesiones o suspensiones, se cuentan 44 futbolistas que no podrán arrancar en este nuevo llamado de la camiseta nacional. Y al cabo de estas tres jornadas es posible que ese número aumente considerablemente porque hay decenas de amonestados y porque seguro habrá nuevos problemas físicos. De modo que la triple fecha de octubre podría presentar incluso más contrariedades.

No obstante, la bola rodará y emoción no faltará. El condimento más trascendente es que en todos los estadios se verá público pues ha sido autorizada una asistencia de al menos un 30 % del aforo. Y en este deporte el público es un ingrediente tan fundamental como el juego mismo. Es la parte buena en esta tan accidentada clasificación mundialista.

El primer punto de análisis tiene que ver con Brasil. Tan perfecto numéricamente ha sido su primer tercio de competencia (18 puntos en 6 partidos) que, si ganara estos tres encuentros que le tocan (Chile, Argentina y Perú) quedaría virtualmente clasificado porque quien llegue a 27 unidades estará de hecho en Catar 2022. No hay un reglamento que lo diga, pero todas las clasificatorias anteriores lo certifican: con 27 hay paraíso. Claro que, debido a la negativa de los clubes ingleses de liberar los jugadores, Brasil desafectó a los arqueros Ederson y Alisson, a Thiago Silva, Fabinho, Fred, Raphinha, Gabriel Jesús, Firmino y Richarlison (sin dudas el más importante de los nueve). Tampoco llegó un nuevo convocado, Matheus Nunes, que actúa en la liga de Portugal. Y Coutinho, que lleva diez meses sin jugar. Como va en bajada y con viento a favor, para no complicar a los jugadores con sus clubes Tite prefirió desafectarlos y no litigar por ellos.

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Brasil medirá a Chile en Santiago. Un Chile que se juega la vida porque está séptimo con apenas 6 puntos y, si pierde en casa, deberá ir a buscar los puntos en las dos jornadas siguientes en Quito y en Barranquilla, tarea muy engorrosa. De caer en los tres compromisos podría decirse que La Roja está muuuuuuuuy lejos de Catar. Para peor, le falta su goleador y asistidor histórico Alexis Sánchez, averiado, y los ingleses Blackburn y Watford le negaron a Brereton (una revelación en la Copa América) y Sierralta.

Hay tres selecciones que salieron fortalecidas de la Copa en Brasil: Argentina, Colombia y Perú. No por sus ubicaciones en el torneo, sino porque encontraron el equipo o el funcionamiento o, en el caso de Perú, varios jugadores nuevos interesantes. Argentina acabó con la maldición de los 28 años sin títulos y lo hizo venciendo a Brasil en Maracaná (sin recibir ni una sola situación de gol en contra, atención a eso). Por primera vez en años hay tranquilidad absoluta en torneo a la Albiceleste. No hay presión ni canibalismo periodístico sobre el equipo. El grupo está unido como nunca y entendió cómo debe jugar los partidos: todos como una final, dejando la vida, como se le pide a una selección argentina. Hay una excelente base de calidad y cantidad como hacía tiempo no disponía Argentina. Le tocan Venezuela, Brasil y Bolivia. El primero y el último parecen fáciles, pero fácil no hay nada ahora. Tan complicado es todo que Argentina celebra que a la Vinotinto le falten cuatro pesos pesados: Yordan Osorio, Salomón Rondón, Yangel Herrera y Darwin Machís. Argentina no tiene lesionados, pero sí dos suspendidos (Romero y Paredes) y siete amonestados, seis de ellos titulares.

Colombia había tenido un arranque espantoso en la carrera mundialista, pero llegó Reinaldo Rueda y la reacomodó. La puso de nuevo entre los cinco primeros. Y enseguida fue tercero en la Copa América dejando buenas sensaciones. Tiene un problema de gol, los delanteros no marcan, sin embargo recuperó la confianza, encontró un crack sensacional (Luis Díaz) y tiene el que posiblemente sea el mejor mediocampo de la región: Cuadrado, Wilmar Barrios y Mateus Uribe. Colombia lamenta las ausencias de Yerry Mina y Muriel, dos fijos habitualmente. Pero debería andar bien, aunque tiene una salida peligrosa ante Bolivia en La Paz.

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Perú cambió el semblante en la Copa América, tanto que Gareca se atrevió a pronosticar: “Pelearemos un lugar para ir Mundial, estoy convencido”. Esto porque le aparecieron varios jugadores como Lapadula, el volante Sergio Peña, el lateral Marcos López, y están en un gran momento Renato Tapia y André Carrillo, además de los ya conocidos Yotún, Gallese, Guerrero.

Uruguay sufrirá la baja de sus tres mejores delanteros: Suárez, Cavani y Darwin Núñez, más los volantes De la Cruz y Facundo Torres. Una buena noticia para Ecuador, que lo enfrenta el próximo jueves. La Celeste también está urgida por sumar, porque le pisan los talones Colombia, Paraguay y Chile.

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¿Y Ecuador…? Sacando Jhegson Méndez y Arboleda, lesionados, y Piero Hincapié suspendido, los demás están disponibles para Gustavo Alfaro. Es uno de los cinco equipos que tendrá dos partidos de local y uno de visita. Los tres frente a rivales directos, por eso será tan vital esta triple confrontación. Vencer a Paraguay y Chile significaría hundirlos en la tabla y distanciarse de ellos. Veremos si el técnico logra enderezar el rumbo, perdido en las últimas dos fechas del premundial (ante Brasil y Perú) y, sobre todo, en la Copa América, en la que no le sonrió la victoria. Tiene prácticamente toda la dotación y todavía ocupa el tercer puesto. No se puede vivir aferrado a la excusa y quejarse siempre del referí. Llegó la hora de sumar. Si lograra tres triunfos, sobre todo por los adversarios que enfrentará, habrá dado un paso gigante hacia el Mundial. A Paraguay le faltarán dos elementos clave: su capitán Gustavo Gómez y su estrella Micky Almirón. Mejor, imposible. (O)