Cuando el bolillero puso al Barcelona junto al Bayern Munich en el grupo C fue como que buena parte de Cataluña se atragantó con un arroz. El FC Barcelona, el club que peor ficha y más gasta en el mundo (con mucha diferencia), ha logrado hipotecarse un poco más con sus palancas financieras para construir un nuevo equipo que por fin le permita competir sin vergüenzas en la Liga de Campeones de Europa, en la que ha hilvanado una cantidad de papelones en serie. Y el barcelonismo estaba feliz, ilusionado con Lewandowski, Raphinha y Koundé… hasta que la bolilla indicó que debe compartir zona con ese ogro que es el Bayern, el cual le ha hecho la vida imposible a través del tiempo: de 13 enfrentamientos le gana 9 a 2. Y le propinó, hace justo dos años, la más humillante derrota de su historia: el célebre 8 a 2 en Lisboa. El tipo de bochornos que se transforman en efemérides. Es el grupo del morbo. Y morbo doble, porque, aparte del nuevo choque Barça-Bayern, obligará a Robert Lewandowski a volver a Múnich, de donde salió como quienes se mudan de noche. Ahí se verá el recibimiento que le da la hinchada en Baviera. Que no se augura muy cariñoso. Como también cayó en ese combo el recuperado Inter de Milán, además de grupo del morbo es el de la muerte.

El jueves último tuvo lugar el sorteo que agrupó a los 32 contendores en ocho compartimientos de cuatro. Seguramente nunca hubo una fase de grupos de Champions tan atractiva como la que comenzará el 6 de septiembre. Si la reina de las competencias de clubes en el mundo tiene un encanto intrínseco por repercusión, calidad de juego y puesta en escena, esta edición supera a cualquier otra por los nombres estelares que la integran. Habrá catorce campeones exponiendo su prestigio: Real Madrid, Milan, Bayern, Liverpool, Barcelona, Ajax, Inter, Juventus, Benfica, Chelsea, Porto, Celtic, Olympique de Marsella y Borussia Dortmund. Siete subcampeones: Atlético de Madrid, Eintracht Frankfurt, Brujas, Bayer Leverkusen, Tottenham, Paris Saint Germain y Manchester City. Y otros tres grandes de consideración: Rangers, Sporting de Lisboa y Napoli. O sea, veinticuatro pesos pesado en disputa. Imposible pedir un cuadro más impactante.

La nota es que la de Portugal, que no está considerada entre las cinco principales ligas (Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia) logró colocar a sus tres estandartes en esta instancia -Porto, Benfica y Sporting-, en tanto Francia apenas clasificó dos -PSG y el Marsella-, igual que el pequeño pero siempre respetable fútbol escocés, que se anotó con sus colosos Celtic y Rangers.

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El exfutbolista marfileño Yaya Touré saca el papel del Real Madrid, campeón defensor de la Champions League, en el sorteo para la temporada 2022-2023 del torneo. Foto: SEDAT SUNA

Salvo el casillero F, un verdadero helado de chocolate para el Real Madrid (lo comparte con el Leipzig, el Shaktar Donetsk y el Celtic), los demás lucen parejos, aunque ninguno está exento de sorpresas, dado el advenimiento de la intensidad total como estilo de juego, que iguala potencialidades. Todo equipo que corre y lucha sin parar, con energía y agresividad, presión y velocidad reduce las mayores capacidades del rival y se equipara. Lo estamos viendo en Europa cada vez con mayor frecuencia, y especialmente en Inglaterra. Formaciones modestas como el Crystal Palace, el Fulham, el Brentford, pueden ser pesadillescas para los poderosos. Es lo que viene. O lo que ya llegó.

Dos grupos que aparecen como interesantes y podrían ser muy peliagudos son el A (Ajax, Liverpool, Napoli y Rangers) y el H (PSG, Juventus, Benfica y Maccabi Haifa). En el primero, el Liverpool tendrá mucha competencia en el Napoli, que se reforzó a costo millonario y quiere dar un golpe europeo; en el Ajax, que siempre es el top de un fútbol importante y de buen pie como el holandés, y en el Rangers, reciente subcampeón de la Europa League, muy entusiasmado de volver a Champions después de doce años. Rangers es un gigante escocés, con una hinchada fenomenal, y nunca va de comparsa. Atención a ese cuarteto.

El H reúne al Paris Saint Germain, Juventus, el Benfica del inolvidable Eusebio y el Maccabi Haifa israelí, un habitué en copas europeas, aunque esta será recién su tercera vez desde la fase de grupos. El Benfica, ahora sin los goles del notable Darwin Núñez, sigue siendo peligroso. Otro grupo bonito, y parejo, será el D, con Eintracht, Tottenham, el Sporting lisboeta (el gran fabricante de talentos portugueses), y el Olympique marsellés, único francés campeón europeo en 67 años de Copa de Europa.

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¿Quiénes pueden llegar arriba…? El Bayern es siempre el dentista en este juego, nadie quiere vérselas con él. Temible, aplicado, rocoso, agresivo, muy alemán, por cierto… Se le fue Lewandowski, pero lo reemplazó maravillosamente con Sadio Mané. El Real Madrid, por tradición, mentalidad ganadora, por Benzema, por su defensa de acero y, en general, por sus magníficas individualidades y por ese dios que lo acompaña siempre cuando está en el precipicio. Son los dos favoritos según este cronista. Luego, un peldaño detrás situaríamos al Chelsea, muy compacto, con un plantel amplísimo y calificado y un entrenador excelente como Thomas Tuchel. Vemos en un nivel similar al PSG, al que Christophe Galtier le ha cambiado la cara en apenas cuatro partidos. Está más fuerte en defensa -con tres centrales-, más dinámico en el medio, se lo ve dominante y con muchísimo poder ofensivo: lleva 21 goles en cuatro partidos. Mbappé sigue en nivel infierno y levantaron muchísimo Neymar y Messi. Nada que ver con el PSG de Pochettino. Esta es una versión muy mejorada.

Los jugadores del FC Barcelona Gerard Piqué (d) y Lewandoski (c) participan en el entrenamiento de su equipo en la ciudad deportiva Joan Gamper. Foto: Alejandro Garcia

Liverpool, que, aunque comenzó mal en la Premier, será un rival durísimo para todos en un campo que le es propicio, el internacional. Contrató un crack -Darwin Núñez- aunque sintió horrores la partida de Mané. El City de Guardiola parece siempre candidato, pero, pese a incorporar al fenómeno Haaland, ha transferido una parva de jugadores y quedó con un plantel reducido, de apenas 17 elementos de campo. Extrañamente corto para los cuatro torneos que debe disputar a la vez. No se le puede resfriar ninguno.

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¿Sorpresas…? Ante todo, apuntamos al Tottenham de Antonio Conte. Ya liberados en buena medida de los gastos del colosal estadio y del fantástico centro de entrenamiento, según Osvaldo Ardiles “los mejores del mundo en su tipo”, se enfocó en armar una máquina de punta. A Harry Kane y Son le sumó a Richarlison en ataque. Tiene una amplia dotación y un DT ganador. Hay que ver cómo se le da el camino de octavos en adelante. Si llega… Luego estarán un Milan rejuvenecido y renovado respecto a los últimos años (fichó al belga De Katelaere, un pichón de estrella al que no lo ayuda el apellido), la Juve y el Barsa, clubes monumentales que siempre tienen cosas para decir.

Lo indudable es que estamos frente a un torneo de novela. Ya nos frotamos las manos frente la tele y escuchamos la musiquita: “La Champiooooons…”. (O)