El presidente de la Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol (AEDAF), Luis Muentes Mora, señaló que fue acertado que el Clásico del Astillero se jugara el lunes sin presencia de público en las tribunas del estadio George Capwell, toda vez que calificó este escenario deportivo como “el más inseguro” del fútbol ecuatoriano de primera división.

“Tengo algunos colegas suyos (de la prensa) que me llamaron y les dije que bajo ningún concepto motivo puede reanudarse (el partido la noche del domingo). Realmente era una bomba de tiempo y no había garantías. Era imposible y, de haberlo hecho, hoy estuviéramos lamentándolo. En todo caso creo que se tomó la decisión correcta y creo que eso es lo que nos tiene comentado de otras cosas”, dijo Muentes a la radio La Bruja Sport.

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“Mi hijo me estuvo rogando hasta el día sábado que quería ir con unos amigos al estadio y le dije no. Yo me responsabilizo de lo que digo: ‘el estadio Capwell hoy se convierte en el más inseguro donde se juega fútbol de primera categoría’. Le dije: ‘a cualquier estadio, menos a ese (el Capwell)’”, añadió el dirigente del gremio.

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La tarde del lunes, Barcelona SC se puso en ventaja por 1-0 a los 26 segundos por medio de Erick Castillo.

Durante la celebración cayeron objetos a la cancha que, según imágenes de la televisión anfitriona GolTV, impactaron en los jugadores canarios Carlos Rodríguez y Damián Díaz. Michael Carcelén fue alcanzado también.

El árbitro Franklin Congo decidió paralizar de manera momentánea el encuentro y anuló la anotación de los barcelonistas luego de revisar el VAR.

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Frente a los incidentes, el clásico fue suspendido definitivamente alrededor de las 19:13 cuando informó el comisario de juego Elton García López la decisión del réferi.

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El compromiso se reanudó el lunes a las 12:00, a partir del minuto 6, y Barcelona SC acabó imponiéndose con marcador 1-3.

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Muentes reprocha que las cuatro localidades del Capwell no tienen mallas que separen la cancha de las entrañas de las tribunas.

“En ese estadio no hay la mínima seguridad (...) El estadio fue diseñado para ponerle una malla acrílica para que por lo menos dificulte el ingreso de la gente a la cancha. Hoy (ayer) no fue eso, fueron lanzamiento de objetos con impacto. Creo que el irrespeto al fútbol continúa y es lamentable todo lo que sucedió ayer. Nosotros como árbitros creo que en un momento dado no sentimos indefensos porque todo el mundo apunta a la decisión del árbitro”, manifestó el representante de los árbitros nacionales. (D)