En la historia de Barcelona Sporting Club, el equipo con mayor cantidad de títulos de campeón nacional (16), muy cosas pueden decirse que sucedan “por primera vez”, como sí ocurre con Aucas, escuadra con la que los canarios disputarán la final del torneo 2022 de la LIgaPro, en partidos de ida y vuelta (6 y 13 de noviembre).

La Portada EL UNIVESO sobre el campeonato que conquistó Barcelona SC en 1966

Para los toreros esos dos duelos definitorios con los auquistas representan la séptima ocasión en que el conjunto del Astillero resuelva, mediante finales, una coronación. En ese tipo de lides los orientales son debutantes absolutos. Para los barcelonistas siete visitas a la altura capitalina, en juegos cruciales por la titulación, representaron regresos a Guayaquil con el trofeo de monarca. Y lo consiguió tanto en el formato de finales, como a través de un resultado clave en la última jornada.

¿César Farías, un DT ‘rompe maldiciones’? El venezolano busca darle al Aucas su primer título nacional

Y mientras para Aucas los enfrentamientos que se avecinan contra Barcelona SC significan la posibilidad de vivir su primer momento de máxima gloria futbolística (tiene asegurado el cuadro quiteño, por lo menos, el subcampeonato), para los canarios estas instancias cercanas a la consagración son familiares desde 1957.

Publicidad

Campeón ante Aucas

Y aunque se repite que este 2022 “por primera vez” los amarillos podrían dar una vuelta olímpica ante Aucas, lo cierto es que sería la segunda oportunidad en la historia del campeonato nacional, en caso de concretarse. Barcelona SC ya se adueñó de una estrella en un encuentro ante los auquistas.

Ocurrió el domingo 11 de diciembre de 1966, tras empatar 1-1 con Aucas en el Olímpico Atahualpa, en la jornada que cerró el certamen de aquella temporada. Ese valioso punto sumado en Quito separó a los amarillos de Emelec, que se quedó con el subcampeonato (21 unidades toreras contra 20 de los azules).

Alberto Sánchez Varas, periodista de EL UNIVERSO que cubrió el partido de 1996, resaltó en su nota que este fue “intenso, lleno de dramatismo por el pundonor de los dos equipos. Uno luchando por ser campeón y el otro por no ser colista”.

Publicidad

Macías, el salvador

Agregó en su comentario que “los canarios no solo ganaron el título con base en sus méritos técnicos, sino por su fe en la victoria, su unidad en la lucha, y su enorme garra y pundonor, cualidades que justamente ha sido la que han llevado a Barcelona a su ídolo”.

Por los guayaquileño abrió la cuenta Mario Espinoza, tras una jugada iniciada por el sensacional Clímaco Cañarte -la figura del partido-. El anotador del gol aprovechó una vacilación de Miguel Pérez para poner el 1-0 a los 23 minutos. Pero Luis Estévez igualó a los 48, antes de que una barrida de Walter Cárdenas lo evitara.

Publicidad

Aucas estuvo cerca de frustrar la fiesta de Barcelona y darle el campeonato a Emelec, pero un símbolo del barcelonismo realizó un “espectacular y brillante despeje a los 89 minutos, cuando Helinho estaba vencido. Sobre el tiempo Luciano Macías evitó la derrota sacando (de la línea) una bola que se iba al fondo de la red. Fue una jugada de contornos dramáticos en la que se puso a prueba no solo la capacidad sino la garra del capitán torero”, escribió Sánchez Varas.

Las alineaciones

En la siguiente acción el juez Eduardo Rendón pitó la terminación del duelo y una enorme cantidad de hinchas toreros se lanzó a la cancha del Olímpico Atahualpa. “Hay vivas a Barcelona, a Guayaquil, y a los jugadores del campeón”.

Barcelona formó con Helinho; Bustamante, Lecaro, Macías, Arroyo; Cárdenas, Ponce de León, Cañarte; Espinoza, Lasso, Raymondi (Chanfle) Muñoz. Por Aucas alinearon Izquierdo; Manuel Pérez, Álvarez, Miguel Pérez, Arámbulo; Yépez, Cevallos, Garnica, Lemus (Oliveros), Estévez, Jorge Pérez.

Pablo Ansaldo cumplió en 1966 la doble función de arquero suplente y entrenador. Ese último cargo lo asumió tras alejarse el uruguayo José María Chema Rodríguez. (D)

Publicidad