Las asociaciones deportivas provinciales de cada disciplina son parte fundamental en la estructura del deporte ecuatoriano, pero en los últimos años a estas se les han ido quitando protagonismo y sus funciones.

Sus fines, roles, estructuras y forma de elegir están regulados por la Ley del Deporte, Educación Física y Recreación, que señala en su artículo número 30: “Deben encargarse de fomentar, desarrollar y buscar el alto rendimiento en sus respectivas disciplinas y provincias”.

Además enfatiza que: “Deben promover la participación igualitaria de hombres y mujeres, asegurar la no discriminación, en dependencia técnica de las federaciones ecuatorianas por deporte, el Ministerio Sectorial, y administrativa con las federaciones deportivas provinciales, haciendo cumplir y respetar la reglamentación internacional. Estarán constituidas por clubes deportivos especializados en un número mínimo de tres y sus estatutos serán aprobados por el Ministerio Sectorial”.

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Señala que es obligación de las asociaciones deportivas facilitar sus deportistas para la conformación de las selecciones provinciales para su participación en eventos deportivos nacionales, además de las establecidas.

A las federaciones provinciales, tal como lo indica la misma ley, les corresponde coordinar las actividades de las asociaciones deportivas provinciales y ligas deportivas cantonales, quienes conforman su asamblea general. A través de su departamento técnico-metodológico coadyuvarán al desarrollo de los deportes a cargo de las asociaciones deportivas y ligas deportivas cantonales, respetando la normativa técnica dictada por las federaciones ecuatorianas por deporte y el Ministerio.

Tienen dependencia técnica con las ecuatorianas y en lo administrativo con la provincial. Antes de entrar en vigencia la actual ley, las asociaciones elegían y conformaban las federaciones ecuatorianas. Esta tarea les fue quitada y ahora son los clubes, entes que en muchos casos generaron múltiples conflictos debido a que se ha podido establecer que fueron creados sin consistencia. No tienen sede ni canchas donde entrenar. Quieren competir, pero no tienen uniformes, tampoco cómo contratar a un entrenador por los doce meses del año. Por todo esto es que llegaron a llamarlos ‘clubes de papel’.

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Las asociaciones reciben de la matriz, para el desarrollo de sus actividades en sus respectivas provincias, recursos que más o menos les sirven para cumplir con sus actividades.

Según algunos de sus portavoces en Guayas, desde el 2013, no se les entregan las alícuotas que cada mes deben recibir y que servían para contratar entrenadores, planificar, ejecutar torneos y campeonatos con sus respectivas premiaciones, además de cubrir pagos de servicios básicos y otros. Todo lo ejecuta y contrata la misma federación provincial con lo que fueron reduciendo sus tareas a la mínima expresión.

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La asociación realiza sus selectivos para los distintos Juegos Nacionales, pero finalmente es la matriz la que determina quiénes y cuántos deportistas integran una delegación. Esto es una clara intromisión y le resta específicas tareas del organismo técnico.

En años pasados hubo un proyecto del Ministerio del Deporte, que ahora es Secretaría, que implicaba que los valores que les corresponden a las asociaciones serían enviados de manera directa y no por intermedio de la federación provincial y que las disposiciones técnicas las dictarían los departamentos metodológicos. Con el paso del tiempo esta idea se fue quedando en el olvido y ahora la figura es completamente distinta.

La misma matriz se encarga de administrar los dineros. La federación decide a su discreción cuántos y a qué entrenadores contratar. Determinan qué actividad debía hacer y realizan las compras de implementos, que en algunos casos no cuentan con las especificaciones y recomendaciones técnicas ni se obtienen en las cantidades necesarias.

Un alto funcionario de la Secretaría del Deporte dijo que en el proyecto de reformas a la ley que está en trámite se les restituirá a las asociaciones las funciones que tenían en la anterior ley. Es decir, ya no serán los clubes sino las asociaciones provinciales las que elijan a los directorios de las federaciones ecuatorianas.

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Una de las críticas fuertes a la administración del deporte en la provincia tuvo que ver con las malas condiciones de los escenarios y con la no realización de los famosos torneos de las divisiones mayores –como antaño se hacían en básquet, béisbol– y las carteleras de boxeo aficionado y profesional. La explicación dada fue que estos niveles y categorías ya no estaban dentro de sus tareas y que correspondían a las ecuatorianas.

Recordamos con mucha nostalgia, por ejemplo, los certámenes de básquet en el Voltaire Paladines y en el Abel Jiménez, y esos grandes duelos de LDE, Ferroviarios, Athletic, Banco Central. Los campeonatos de béisbol en el Reed Park, Capwell y Yeyo Úraga con los duelos entre Barcelona, Emelec, Oriente, Bravos de las Américas, Universidad Católica.

Los deportes de las provincias cuentan con muy pocas asociaciones. Las que existen están pasando por grandes dificultades por la falta de recursos y los recortes presupuestarios. Pero hay que devolverles la importancia, sus atribuciones técnicas y que con el respaldo suficiente para que puedan cumplir sus tareas fundamentales. (O)

 

Supuestamente, con la nueva ley ya no serán los ‘clubes de papel’, sino las asociaciones provinciales las que elijan a los directorios de las federaciones ecuatorianas".