Vehículos en raudo movimiento alrededor de un circuito de tierra y otros tantos estacionados en un costado, a la espera de encender sus motores para partir. Podría ser esta la vertiginosa escena propia de una carrera automovilística, pero se trata de la deplorable realidad que sufre la pista de atletismo Víctor Emilio Estrada, otro de los maltratados escenarios que administra la Federación Deportiva del Guayas.

La instalación, ubicada junto a la piscina Olímpica –del lado de la calle Hurtado– y que alguna vez fue cuna de destacados atletas de la provincia y Ecuador, no tiene actualmente las condiciones estructurales ni de seguridad para la práctica competencias de velocidad ni pruebas de campo porque está reducida a precarias y contadas válidas de categoría escolar.

Pero ni siquiera los menores de edad que integran las escuelas de atletismo de Fedeguayas escapan a la desatención de la que ha sido víctima dicho recinto, construido en 1944.

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En una visita de este Diario, se observó cómo niños recorren la pista, metros por delante de una camioneta en movimiento, y cómo algún otro menor practica el lanzamiento del martillo en un área cercana a otros vehículos con distintivos de Fedeguayas y que esta tiene parqueados donde alguna vez hubo césped.

“La prioridad son los deportistas y el quehacer deportivo”, dijo, sin embargo, Pierina Correa, presidenta de Fedeguayas. La pista Víctor Emilio Estrada es uno de los 67 escenarios que administra la institución que esgrime “falta de presupuesto” como razón del estropeado estado de sus instalaciones deportivas.

También Rosa Edith Rada, administradora general del organismo provincial, sostuvo: “Hoy existe la defensa y la protección del niño, y nosotros somos formativos (de alcance). El cuidado de nuestros escenarios es enorme”.

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Hasta 1959 el circuito era el escenario principal del atletismo porteño. En 1950, incluso, fue sede del Campeonato Bolivariano de Atletismo, única competición internacional que albergó; actualmente no podría volver a recibir pruebas de ese tipo ni nacionales.

En su maltrecha superficie, no obstante, se siguen ensayando –rudimentariamente– actividades como lanzamientos de disco y de martillo. “Llegó a practicarse con la jabalina; salto largo, salto alto”, recordó ayer en diálogo con EL UNIVERSO Miguel Villacrés, ex atleta medallista bolivariano y expresidente de la Asociación Provincial de Atletismo y exdirectivo de Fedeguayas.

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Por si no bastara el nivel precario de la pista, la fachada circundante deja notar descuido en sus paredes, ratificado por la administradora Rada, que esgrimió al tema de la pintura como “maquillaje, y a eso no se le ha dado importancia”.

Para Jacobo Bucaram, exatleta y expresidente del Comité Olímpico Ecuatoriano y la Federación Ecuatoriana de Atletismo, “es una ofensa (el estado de la pista) a don Emilio Estrada, un gran dirigente deportivo y a quien se le rinde homenaje con ese nombre”.

Y exteriorizó sobre la administración de Fedeguayas: “Quienes tienen que dar soluciones son los (actuales) dirigentes. No tengo la receta mágica a su incapacidad”. (D)

La dirigencia (actual de Fedeguayas) se ha despreocupado no solo de este escenario (la pista Víctor Emilio Estrada), sino de otros que ya cumplieron su vida útil.Miguel Villacrés, exmiembro del Consejo de Fedeguayas