Mohamed Salah, estrella del Liverpool y de Egipto, estrechando la mano de Ramzan Kadyrov, el hombre fuerte de Chechenia: la foto, tomada en Grozni, donde los 'Faraones' instalaron su concentración para disputar el Mundial Rusia-2018, ha dado la vuelta al mundo, generando polémica.

"El hombre que despertó a Salah de su descanso es acusado de 'torturas y muertes extrajudiciales", subrayó el diario británico The Sun.

Chechenia es dirigida a mano firme por Kadyrov, quien cuenta con el apoyo incondicional del presidente ruso Vladimir Putin.

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Las organizaciones internacionales denuncian regularmente graves ataques a los derechos humanos y a las libertades en general.

La historia detrás de esa foto también da de qué hablar: el dirigente de esa república rusa del Cáucaso fue a buscar al crack de los Reds al hotel en auto para hacerlo ir al terreno y saludar.

Alrededor de 8.000 personas esperaban al grito "Akhmat sila, Akhmat sila", en homenaje al padre de Kadyrov, el presidente pro-ruso de Chechenia asesinado por rebeldes separatistas en 2004.

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Pero, ¿qué fue a hacer Egipto a Grozni, una ciudad que no alberga partidos de Copa del Mundo? Oficialmente, la selección quería quedar al margen del ruido, lejos del público, de las cámaras, para que los medios no perturben la preparación de los Faraones, que vuelve a un Mundial tras 28 años.

Históricamente, Chechenia es mayoritariamente musulmana. Bajo el impulso de Kadirov, se ha islamizado fuertemente. Se han levantado muchas mezquitas donde había ruinas en ciudades y pueblos devastados por dos guerras contra el gobierno central de Moscú. (D)