Antonio Conte contra José Mourinho: la final de la Copa de Inglaterra, hoy en Wembley, dará a los técnicos del Chelsea y del Manchester United la opción de endulzar con un prestigioso título una temporada amarga, y al ecuatoriano Antonio Valencia, la posibilidad de ganar por segunda ocasión el trofeo de la Asociación de Fútbol (FA).

Una vez más, en la catedral del balompié todas las miradas estarán puestas en los banquillos, con dos preparadores que han tenido malas relaciones, pero que parece que han enterrado el hacha de guerra.

“Extendió su mano y yo la mía, lo dejamos. Tras el partido en Mánchester (en febrero pasado) le invité a mi despacho y hablamos”, relató ayer Mourinho en el rotativo portugués Record.

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Los Diablos Rojos intentarán salvar una campaña en la que han vivido a la sombra de su espectacular vecino, el City, campeón con todos los récords de la Liga Premier.

Para los Blues, en tanto, la situación no ha sido mejor. Luego de conquistar el pasado campeonato inglés, el equipo de Conte no ha sabido mantener el nivel.

Nada ha funcionado para el técnico italiano, con el Chelsea finalizando quinto y quedándose fuera de la próxima Liga de Campeones. Además, las disputas con su directiva y jugadores han marcado su día a día.

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Según medios británicos, no debería de permanecer en el club de Londres el próximo curso.

Por su parte, Valencia –quien se vinculó al club de Mánchester a mediados del 2009– puede sumar su décimo título hoy con su equipo, esta vez como primer capitán de la plantilla tras la salida de Michael Carrick. (D)