Reducida a escombros se observa la antigua piscina municipal, cuna de la natación local y cuyo predio, en las calles Malecón y Loja, albergará una estación del próximo sistema de transporte Aerovía. Jorge Arosemena Gallardo, director de Deportes del Municipio de Guayaquil, calificó como un ‘progreso’ en favor de la ciudad al proyecto que incluye la demolición de dicho inmueble patrimonial –declarado así en el 2011–.

En este sentido, Arosemena aseguró, en diálogo con EL UNIVERSO, que el Cabildo ya no administraba el sitio, del que surgieron Los Cuatro Mosqueteros del Guayas, luego de al menos tres décadas de desuso y abandono.

¿Quién se hacía cargo de la instalación últimamente?
Si bien el Municipio es dueño del predio, no administra nada, porque el lugar está cerrado desde hace unos 40 años. No cumple (la pileta) ninguna labor. Fue entregado en comodato tiempo atrás. La piscina dejó de ser municipal.

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¿Por qué se la abandonó durante tanto tiempo?
Cuando yo llegué (a la dirección de Deportes del Municipio, en 2009) ya estaba abandonada. Dependía mucho de los dirigentes deportivos de épocas pasadas. Si bien cuando asumí me preocupé del fútbol, porque es un deporte masivo, en algún momento le dije al alcalde (Jaime Nebot) que debíamos recuperar la hegemonía en la natación, porque nosotros somos una ciudad con río (el Guayas) y estero (el Salado).

¿Cree que se han maltratado edificaciones históricas del deporte local (el coliseo Abel Jiménez Parra y el estadio Ramón Unamuno fueron demolidos y trasladados en el 2016)?
El término ‘maltratado’ es muy injusto a mi parecer, en este caso. El Abel Jiménez Parra y el Ramón Unamuno existían y tenían actividad; la piscina municipal no la tenía desde hace muchísimos años. En algún momento la utilizaron mucho, pero luego apenas tuvo actividad y, con el pasar de los años, la gente dejó de ir a nadar. Estaba ya destruida.

¿Se justifica la destrucción de un patrimonio entonces?
La destrucción del patrimonio, como usted dice, va a servir para crear algo mucho más grande y de mayor servicio a los ciudadanos. En la antigua piscina municipal no se prestaba para ningún servicio. No valía para nada. Costaba una fortuna volver a hacerla. Próximamente servirá para algo bueno. Diariamente, más de 40.000 personas se trasladarán en la Aerovía. El progreso es el progreso.

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¿Cómo cumple la dirección de Deportes con el fortalecimiento de las tradiciones deportivas, una de las funciones para las que fue creada?
Existe Zumar (proyecto municipal integral), que en materia de natación ya es más importante que la piscina municipal. Ahí –a más de otras actividades de diverso tipo– le enseñamos a la gente a nadar durante todo el año. Es un programa masivo en el que hemos enseñado natación a más de 5.000 niños. Ahora hay 1.200 y cuando termine la etapa, en un par de meses, acogeremos a 1.500 más. Ninguno paga un solo centavo. Y así continuaremos.

¿Por qué entonces no haber hecho lo mismo con la piscina municipal?
Zumar es un proyecto enorme, es nuestro y funciona. La piscina no funcionaba. Había que empezar por arreglarla toda. No había los fondos para hacerlo. Tengo que manejarme con partidas que tienen un límite.

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Banco Central
En la antigua sede del Club Banco Central (avenida Kennedy, frente a la Bolivariana) la piscina está abandonada y sin uso hace varios años.

Cerradas o en desuso
Desapareció la piscina de la vieja sede de LDE (avenida Carlos Julio Arosemena). La del colegio Aguirre Abad pasa sin agua la mayor parte del tiempo y la del Vicente Rocafuerte fue recortada. (D)