La Federación Deportiva Nacional del Ecuador (Fedenador) pasa por malos momentos, debido a una intervención dispuesta por el Ministerio del Deporte por estar en acefalía su directorio.

Recordamos a Fedenador como una institución muy respetada y querida que aglutinaba a las asociaciones nacionales de por deportes (las que actualmente son las federaciones ecuatorianas), las que en esa época tenían la representación internacional del Ecuador y funcionaban en el Palacio Municipal.

Fundada el 25 de mayo de 1925 por Manuel Seminario Sáenz de Tejada, “quien llevó a nuestro deporte a la modernización, quien logró las primeras afiliaciones internacionales, quien envió al extranjero a la primera delegación olímpica, quien llevó el deporte organizado a todos los rincones de nuestro territorio y quien dio grandes e imborrables ejemplos de honestidad en la dirección del deporte”, dijo Ricardo Vasconcellos en una de sus tan afamadas columnas deportivas.

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Cuando el Estado pasó a estatizar el deporte, se inició una confusión y algunos funcionarios creyeron que debía de manejarlo todo. Este es el origen de muchos de los males que hoy padece esta institución. Es que hay una línea muy delgada que muchos no la distinguen entre deporte y Estado.

Ahora la Fedenador está disminuida en sus funciones. Según el artículo 41 de la Ley son sus deberes : a) Asesorar y capacitar a los departamentos técnico-metodológicos de las federaciones deportivas provinciales en lo referente a la teoría y metodología del entrenamiento deportivo de acuerdo con la reglamentación técnica dictada por el Ministerio Sectorial; b) Ingresar y mantener actualizado el registro nacional estadístico de los organismos deportivos vinculados al deporte formativo, y; c) Cooperar con las provinciales, la constitución y desarrollo armónico de las escuelas de iniciación deportiva (para talentos deportivos) para garantizar el desarrollo sostenido del deporte ecuatoriano.

Por mandato y aprobación de la nueva ley arrasaron con todo. Se fueron muchos que hicieron de la dirigencia un apostolado y llegaron funcionarios muy afines de los mandatarios de turno con poca experiencia de administración del deporte.

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Un día amanecimos con la noticia de que el exfutbolista Luis Gómez había sido nombrado presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo. Este deporte que tiene tantas pruebas técnica y de mucha especialización. Por el peso de la opinión pública o por algún arrepentimiento se dio marcha atrás. Si nadie hubiera dicho nada es probable que se hubiera mantenido esta equivocada decisión. Eso nos puso en alerta de que muchas designaciones y elecciones fueron manejadas y manipuladas.

Mediante elecciones fue designado el licenciado Juan Rojas como nuevo presidente. Exdeportista, que conocía de las realidades y necesidades de los nuevos roles de la institución y le dio mayor impulso a la capacitación de técnicos y entrenadores de todo el país. De pronto se conoció la noticia de su renuncia y es aquí donde empieza otro periodo triste.

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La Ley del Deporte en su artículo 40 dice: La Federación Deportiva Nacional del Ecuador estará conformada por las Federaciones Deportivas Provinciales. El mismo personaje (Gómez) que había sido nominado por un día titular del atletismo fue nombrado presidente de Fedenador de manera inexplicable. Para elegir y ser elegido para algún cargo del directorio debía ser parte de la asamblea que la integran los presidentes de cada una de las provinciales del país. No se aplicó la promoción de funciones y llegó directo al cargo de presidente. Hubo una que otra incomodidad. Así de fácil y sencillo, pero fue una violación flagrante.

El tiempo pasa y el titular de Fedenador participa como candidato a un cargo de elección popular y en una asamblea general modificó sus estatutos e hizo firmar un manifiesto de respaldo al binomio de Lenín Moreno y Jorge Glas.

La mayoría de los concurrentes firmaron muy candorosos este manifiesto político en contra aun de sus postulados de la misma ley que en su artículo 15 señala: “Las organizaciones deportivas no podrán realizar proselitismo ni perseguir fines políticos o religiosos“. Los únicos que no firmaron este acuerdo fueron los presidentes de la Concentración Deportiva del Pichincha y de la Federación Deportiva del Guayas.

Pero después esas reformas a los estatutos no pasaron por el ministerio. Lo que más llamó la atención fue que el 8 de mayo igual se modificaron esos estatutos, dos días después se hizo la convocatoria a elecciones a base de los nuevos estatutos que no estaban en vigencia, que no habían sido aprobados y el 13 del mismo mes se realizaron elecciones en la que Luis Gómez fue electo con el voto de 16 federaciones provinciales.

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Hay cambios de autoridades y el Ministerio del Deporte emite una resolución mediante la cual es intervenida la institución, por cuanto considera que está en acefalía, porque Gómez realizó elecciones anticipadas sin el acuerdo respectivo. El interventor tendrá como tarea principal enderezar rumbos de tan noble e histórica institución. Hay que estar atentos para evitar que casos como el descrito se repitan y los causantes de este desastre deberían de ser alejados de toda posibilidad de retornar a manejar el deporte. (D)

Pero después esas reformas a los estatutos no pasaron por el ministerio. Lo que más llamó la atención fue que el 8 de mayo igual se modificaron esos estatutos...