Argentina tiene más talento, más historia, más fervor futbolero que Ecuador. Pero en el decisivo partido de este martes se enfrenta al peor de sus rivales: los asfixiantes 2.850 metros de altura de Quito.

"Es un tema que a Argentina le ha costado mucho históricamente", advirtió el lunes por la noche el DT argentino, Jorge Sampaoli, tras el último entreno en Guayaquil.

El estratega aseguró que este martes, en el partido más trascendental de su vida, "la altura pasa muy por segundo plano" y confesó que lo que más le preocupa "no es lo físico", sino "la recuperación, el tema de cómo viaja la pelota".

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La historia cuenta que la 'albiceleste', dos veces campeona del mundo, no se siente cómoda en Quito. Sólo ha ganado uno de los seis partidos oficiales contra la 'Tri', que le ganó en tres ocasiones.

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La mayoría de las estrellas argentinas, empezando por Lionel Messi, juegan en ligas europeas, a nivel del mar o en el altitudes moderadas. En cambio, la mayoría de los jugadores de la renovada y rejuvenecida selección de Ecuador militan en equipos locales y están habituados a la altura de los Andes.

"El tema de la altura (...) siempre va a ser un aliado del futbolista ecuatoriano", señaló el DT de Ecuador, el argentino Jorge Célico.

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Según el deportólogo David Cabrera, los futbolistas que suelen jugar a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar tienen "una mayor producción de glóbulos rojos" y en consecuencia una "mayor entrega de oxígeno" y más capacidad cardiorrespiratoria.

"Los jugadores de la plantilla actual (de Ecuador) tienen además una ventaja y es que la media de la edad bajó. Al ser mucho más jóvenes tienen una recuperación muscular más rápida y como están adaptados a la altura pueden permanecer corriendo los 90 minutos", explica. (D)