'Palillo' dice que no tiene ofertas para dirigir porque no se confía en los DT ecuatorianos

Ser campeón con Emelec como futbolista (1979) y como técnico (1994) es una doble gesta que Carlos Torres Garcés comparte solo con Jorge Lazo (1957 y 1972) y con Eduardo Ñato García (1972 y 1979) en los 60 años que tiene el club eléctrico como competidor del torneo nacional. Palillo, uno de los invitados a la reapertura del estadio Capwell, relevó que siente un especial aprecio por los azules, pese a que ganó títulos también con El Nacional y Barcelona como talentoso volante. El hoy funcionario diplomático en España (de 65 años) habló con este Diario del momento más feliz de su época en el balompié y de su alejamiento de la dirección técnica.

Se coronó en tres de los clubes más importantes del país. ¿Por qué siente afecto especial por Emelec?
Es (un sentimiento) absoluto. Emelec es mi otra casa. Hay gente que quiero muchísimo; muchos no lo saben. Tengo mucho aprecio por dirigentes, principalmente, e hinchada.

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¿Qué sintió al reencontrarse con sus excompañeros del equipo campeón de 1979?
Fue una alegría inmensa. Fue bastante especial. Tuve doble satisfacción: ver a los de 1979 –Carlos Horacio Miori, Jorge Valdez, Lupo Quiñónez, Ricardo Armendáriz, y otros–; y a mis dirigidos de 1994.

Entrenó en el viejo Capwell y ahora lo vio remodelado. ¿Con cuál se queda?
Evidentemente con el actual. Cuando yo jugaba y dirigía, viajábamos a otros países por la Copa Libertadores. Veíamos los estadios extranjeros y soñábamos con tener una cancha bonita, donde la pelota rodara bien; todo eso que hoy es posible. Ver la cancha del Capwell me impresionó, especialmente por el estilo con el que ha sido hecho el estadio. Las pantallas gigantes, el marcador electrónico, las esquinas, son cosas que eran impensadas hace tiempo.

¿Cómo compara el título de 1994 con el subcampeonato del 2006, con Emelec?
Las diferencias son abismales. En 1994 había recursos económicos y los jugadores
de Emelec eran la base de la Selección, entre otras ventajas. En cambio, en el 2006 éramos muy pobres, pero teníamos magníficos dirigentes. Hubo que hacer convocatorias (a pruebas) para reforzar al equipo. El presupuesto ese último año era diez veces menor que el de 1994, pero con nuestro fútbol compensamos la situación. Pasamos de llenar la Tricolor (en 1994) a darnos abrazos un día porque uno de los jugadores era convocado (en el 2006). Éramos muy felices. Creo que nunca he sido tan feliz en el fútbol como en el 2006. Además, logramos que la gente regrese al estadio Capwell, porque ya no iba (a Emelec se le escapó el título por la mejor bonificación en liguilla de El Nacional).

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¿Por qué hoy no se está dedicando al fútbol?
Fue una decisión que debí tomar, porque aquí tenemos un problema grave: los (entrenadores) ecuatorianos somos muy poco valorados. Aquí se ha preferido siempre al extranjero. Por eso hace años (en el 2011) me decanté por ostentar la responsabilidad de ser cónsul general (del país) en Alicante (España).

¿Por qué los directivos no confían en DT nacional?
Cada vez que se tiene que elegir un entrenador, los dirigentes encuentran mil razones para no contratar a
un ecuatoriano y se deciden por uno del exterior. El fútbol nacional es económicamente muy pobre. Hay técnicos que vienen del extranjero y por solo dos ‘duros’ se dejan contratar. Esto porque se pagan la estadía y la comida. En este sentido, se le quita seriedad al fútbol.

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¿Qué pasó con los técnicos ecuatorianos que formó Dusan Draskovic?
Están ahí, pero si no hay resultados, nuestro balompié se resiste a reconocer su forma de trabajar. Aunque todos reconocen lo que significó Dusan para el fútbol nacional; fue el primero que se lo tomó en serio (cuando dirigió a la Selección entre 1988 y 1993).

¿Ha recibido ofertas para volver a dirigir en el país?
No, ninguna.

¿Tiene deseos de regresar?
Por supuesto. Pero no tiene que ver con mi deseo, sino con que alguien quiera que ayude para que los clubes sean más fuertes, más grandes. Tenemos suficientes argumentos para decirlo y para hacerlo.

¿Está ligado al fútbol de España, donde reside?
Estoy en un país de fútbol, donde se encuentran dos de los clubes más grandes (Real Madrid y Barcelona). He estado muy cerca de ellos; en la tribuna y los campos de juego. Estoy muy inmiscuido en el fútbol de Europa.

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¿Cuál es su opinión del balompié ecuatoriano?
Ecuador es uno de los países que más fácilmente puede obtener mejores resultados, por ser pequeño, como seguir clasificando a los Mundiales. Un argumento es que ahora los jugadores nuestros están muchos en el exterior. El campeonato no me gusta, pero en el extranjero Ecuador está bien ubicado a nivel de selecciones. Nuestro país tiene el mejor recurso humano, incluso por encima de Argentina y Brasil. (D)