Portugal dio una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol al ganar la Eurocopa a Francia en su casa, en el Stade de France (1-0), con un gol de Éder en la prolongación (109), pese a jugar la mayor parte del partido sin su estrella Cristiano Ronaldo, que dejó el campo lesionado en el minuto 25.

La selección lusa logró de esta manera su primera gran título internacional, doce años después de haber sufrido en sus propias carnes la derrota en una final de la Eurocopa, en 2004 en casa, en Lisboa, ante Grecia (1-0).

Éder logró el tanto de la victoria con un disparo lejano y raso, ajustado al poste derecho de la portería de Hugo Lloris, a once minutos del final de la prórroga.

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En el minuto 25, Portugal parecía haber entregado el partido tras marcharse Cristiano Ronaldo.

Una entrada de Dimitri Payet a la rodilla izquierda de Cristiano Ronaldo en el minuto 8 llenó de intranquilidad a la selección lusa. La estrella del Real Madrid permaneció en el suelo un tiempo eterno, y acabó levantándose.

Pocos minutos después se sentó llorando, con una de las muchas polillas que invadieron el Stade de France revoloteando a su alrededor.

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Los médicos de la selección lusa le atendieron con la esperanza de que se recuperase.  El delantero se pudo mantener hasta el minuto 25 en que de nuevo se sentó en el césped y no pudo seguir.

Sustituido por Ricardo Quaresma, parecían esfumarse muchas posibilidades de Portugal y Cristiano de ganar el título.

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Pero Portugal, fiel a su estilo especulativo, defendiendo bien atrás y esperando contragolpes, aguantó los 90 minutos.

En la prolongación, Portugal parecía más entero y llegó el tanto de Eder. De los siete partidos disputados por Portugal, solo uno, en semifinales contra Gales (2-0), consiguió ganar en los 90 minutos, pero le sirvió para ser campeón de Europa. (D)