El arresto de sus tres últimos presidentes y otros altos funcionarios dejó a la Conmebol sumida en la peor crisis en sus casi 100 años de vida.

Juan Angel Napout, actual líder del organismo rector del fútbol en Sudamérica, fue arrestado en un hotel en Zurich como parte de la pesquisa estadounidense sobre corrupción en la FIFA. El Ministerio de Justicia suizo dijo que el paraguayo, quien también es vicepresidente de la FIFA, se opone a su extradición a Estados Unidos.

La mayoría de la cúpula de la Conmebol está involucrada en el escándalo de sobornos: el Departamento de Justicia estadounidense anunció este jueves que el secretario general José Luis Meszner y el tesorero Carlos Chávez están entre los acusados, junto con los presidentes de las federaciones de Brasil, Marco Polo del Nero, y de Ecuador, Luis Chiriboga.

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“Estoy en Quito, no he renunciado y no voy a renunciar”, dijo Luis Chiriboga a radio Diblu.

Además, Sergio Jadue, vicepresidente de la Conmebol y hasta el mes pasado presidente de la federación chilena, y Luis Bedoya, hasta hace poco líder del fútbol colombiano, se declararon culpables de crimen organizado y de conspirar para cometer fraude electrónico.

Otros acusados son el ex secretario general del organismo, Eduardo Deluca, el extesorero Romer Osuna, y el expresidente de la federación de Perú, Manuel Burga,

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Por ahora, el tercer vicepresidente Wilmar Valdez, de Uruguay, quedó al mando de la Conmebol, con el tesorero interino Luis Segura como su mano derecha. Segura podría durar poco si pierde el jueves por la noche las elecciones presidenciales de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ante Marcelo Tinelli.

“En estos momentos existe confusión sobre la administración de la institución”, dijo a The Associated Press un funcionario de la Conmebol, que pidió no ser identificado por no estar autorizado a hablar al respecto.

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Los antecesores de Napout, Nicolás Leoz y Eugenio Figueredo, fueron acusados en mayo por el Departamento de Justicia estadounidense, entre los 14 dirigentes del fútbol y empresarios del marketing deportivo involucrados con el pago de millonarios sobornos a cambio de los derechos comerciales de torneos. Figueredo está detenido en Suiza y Leoz en Paraguay, y ambos luchan contra las solicitudes de extradición de Estados Unidos.

Chávez, expresidente de la federación boliviana, está preso desde julio en una cárcel en Bolivia por cargos de apropiación de fondos de un partido amistoso. Alberto Lozada, un integrante del comité disciplinario del organismo sudamericano, también fue arrestado por ese mismo caso en Bolivia.

El primer vicepresidente Rafael Esquivel fue uno de los dirigentes arrestados en Suiza en mayo.

Las autoridades chilenas anunciaron el jueves que investigan a Jadue por lavado de activos, y a la federación por el desvío de dinero para contratar abogados en el extranjero.

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El Departamento de Justicia estadounidense dijo que, como parte de su declaración de culpabilidad, Jadue y Bedoya aceptaron entregar los fondos que tienen en cuentas en Estados Unidos y Suiza, respectivamente.

“Es una verdadera vergüenza lo que está pasando con nuestro fútbol”, dijo a la AP el presidente interino de la federación boliviana, Marco Ortega. “Hoy sabemos que por la dirigencia la Conmebol ya no es un ente creíble ni respetable, porque está metido en varios actos de corrupción”.

La situación en la CONCACAF también es complicada, ya que junto con Napout fue arrestado en Suiza el presidente del organismo rector en Norte, Centroamérica y el Caribe, Alfredo Hawit. El hondureño es el tercer presidente o ex presidente de la CONCACAF arrestado como parte del escándalo, tras las detenciones de su antecesor Jeffrey Webb y de Jack Warner.

“La Conmebol y la CONCACAF están en serios aprietos ya que no hay líderes viables, y la mayoría de los dirigentes que trabajan en las organizaciones están vinculados de alguna manera con los arrestados, así que quizás no haya nadie limpio”, dijo Christopher Gaffney, un académico de la Universidad de Zurich que estudia el fútbol y otros eventos deportivos.

“Sabíamos que las figuras de la Conmebol en particular, que vienen de federaciones corruptas y turbias como la AFA, CBF (Brasil) y AUF (Uruguay), no tendrían muchos incentivos para limpiar la casa”, agregó. (D)