El Real Madrid y el mundo del balompié recordaron el martes anterior el primer aniversario del fallecimiento del que algunos consideran el mejor futbolista de todos los tiempos: Alfredo Di Stéfano (1926-2014).

La Saeta Rubia jugó 396 duelos oficiales con los merengues (1953-1964), marcó 308 goles, fue pentacampeón de la Copa de Europa, ganó una Intercontinental, ocho veces la Liga, y una la Copa de España.

Antes, en su Argentina natal, hizo 10 tantos para Huracán (1945-1946), y con River Plate (1947-1949), donde su figura comenzó a agigantarse, convirtió 49 veces y logró una corona. En Millonarios (1949-1952) la huella de Di Stéfano es imborrable: en el cuadro colombiano -eternizado en la leyenda como uno de los mejores clubes de la historia- dejó el recuerdo de 90 goles, con tres títulos incluidos.

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“Hacía cosas que jamás había visto. Fue un maestro. Si no es por Di Stéfano, el Madrid no habría logrado tantos campeonatos”, recordó Francisco Gento, su excompañero blanco.

Pero no solo Buenos Aires, Bogotá y Madrid fueron importantes en la carrera deportiva del formidable delantero. Guayaquil también tiene un lugar privilegiado en su trayectoria. En el viejo estadio Capwell disputó sus únicos seis compromisos oficiales con la Albiceleste e hizo ahí la media docena de goles que le dio a Argentina.

A las 02:40 del 26 de noviembre de 1947 Di Stéfano llegó a esta ciudad, con la selección gaucha, para competir en el Sudamericano (luego llamado Copa América). Vino como suplente de René Pontoni, crack de San Lorenzo, y no formó en el estreno triunfal contra Paraguay (6-0), el 2 de diciembre.

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Debutó 48 horas después ante Bolivia (7-0) y este Diario reseñó el primer gol de la Saeta Rubia, el sexto de su conjunto, como “una combinación nacida desde el centro de la cancha con la intervención de Di Stéfano, quien cedió de cabeza a (Norberto) Méndez. Este, prestamente, se la devuelve al mismo jugador, que desde corta distancia perfora la valla boliviana”.

Di Stéfano volvió a marcar en el 3-2 sobre Perú (un tanto), en el 1-1 con Chile, y en el 6-0 frente a Colombia (3). El 28 de diciembre de 1947 alineó en la victoria 3-1 ante Uruguay y así, en el Capwell se coronó por única oportunidad, campeón de América con Argentina. Como hecho anecdótico, en Guayaquil pasó su primera Navidad fuera de su país (ese día Argentina venció 2-0 a Ecuador).

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Como figura del Millonarios volvió al Capwell y el 31 de agosto de 1949 hizo un gol en la caída 3-2 ante Barcelona, un resultado que sacudió a la ciudad y significó el nacimiento de la idolatría amarilla. En otro amistoso en el mismo escenario, el 21 de mayo de 1952, Di Stéfano y su club colombiano perdieron otra vez con los toreros (1-0).

Como futbolista se presentó por última vez en Guayaquil el 13 de agosto de 1961, en el estadio Modelo. Comandó la mítica delantera del Real Madrid, integrada por Canario, Del Sol, él, Puskas y Gento, que doblegó 3-1 a Barcelona. Di Stéfano se despidió con un gol. (D)