El Gobierno ruso ordenó el lunes recortes por 30.000 millones de rublos (560 millones de dólares) en los gastos previstos para el Mundial de fútbol del 2018, pero dijo que la construcción de estadios no sería afectada.

No se entregó una razón por la decisión, pero Rusia se ha visto forzada a recortar costos desde que los precios globales del petróleo colapsaron el año pasado y desde que gobiernos occidentales impusieron sanciones por el papel de Moscú en la crisis en Ucrania.

Un decreto emitido por el Gobierno indicó que el gasto total en el torneo será ahora de 631.500 millones de rublos (11,8 millones de dólares), pero el ministro del Deporte, Vitaly Mutko, afirmó que la construcción y renovación de los estadios no se verán afectados.

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"Procedemos a partir del hecho de que estamos trabajando en una revisión del presupuesto (de la Copa del Mundo). Por supuesto, es un tema de optimizar los preparativos.

Principalmente estamos disminuyendo el número de hoteles a construir", dijo a los periodistas.

El presidente Vladimir Putin dice estar confiado en que Rusia realizará el Mundial, pese a investigaciones sobre supuesta corrupción en el órgano rector del fútbol y sobre cómo Rusia se adjudicó el certamen de 2018.

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"Ganamos en una pelea libre y vamos a realizar el Mundial", dijo a Reuters y a otras agencias internacionales de noticias el sábado en San Petersburgo. (D)