Por: Otón Chavez Pazmiño |  ochavez@parquedelapaz.com

Barcelona, ante Deportivo Quito, se mostró un poco mejor que en los anteriores respecto a su estándar de juego, y sobre todo, actuando de visitante.

El primer momento tiene que ver con el partido que Barcelona fue perjudicado en el minuto 84 en el juego contra Deportivo Quito, en el Olímpico Atahualpa. Es de conocimiento público y demostrado ampliamente por la TV y las fotos, que la bola que Christian Lara disparó al arco desprotegido –porque Máximo Banguera, el titular canario salió para evitar el disparo– fue despejada antes de la línea de gol por el defensor Luis Checa. La pelota golpeó en el brazo de Franco Peppino y salió de la cancha.

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Los que observamos el partido por TV vimos que el árbitro central Diego Lara hizo el ademán de señalar un tiro de esquina, pero luego validó la acción como gol chulla porque el juez de línea Marcos Muzo señaló el centro del campo. Es evidente, y hay que decirlo con cierta tristeza, que los amarillos perdieron un punto que futbolísticamente lo estaban consiguiendo. Barcelona, en ese encuentro, se mostró un poco mejor que en los anteriores respecto a su estándar de juego, y sobre todo, actuando de visitante.

Inicialmente fue el que propuso el partido y consiguió el primer tanto y mantuvo meticulosamente la diferencia hasta el término del primer tiempo. Luego, por el desgaste propio que se produce en los equipos de la Costa cuando van a la Sierra, el plantel sufrió una disminución de su rendimiento que Deportivo Quito aprovechó para emparejar el marcador.

Hace algunos años tuve la oportunidad de leer en uno de los departamentos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) un boletín de la FIFA en el que destacaba, después de algunas proposiciones, que los errores de jugadores, árbitros y el entorno del espectáculo mismo son parte de la esencia del fútbol y que se prestan a diferentes conclusiones por los que hacen del fútbol el deporte más especulativo y fascinante del mundo. Ese comentario del mayor organismo mundial tiene una parte razonable, pero a nadie le gusta ponerse en el sitio donde están los perjudicados.

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Barcelona con ese punto, no iba a aumentar mucho de valor en la tabla de posiciones del torneo, ya que con el empate hubiera mantenido el mismo octavo lugar sumando a 9 puntos, pero ese no es el caso, porque el equipo sí había mejorado su estándar de juego, que es lo fundamental.

También hay que diferenciar el tema entre el árbitro y el asistente. Se esquivó el asistente, pero no el juez central, porque desde su posición no fue posible visualizar el gol y Muzo asume completamente el error. Es verdad que las pasiones afloran y se ha dicho lo que tenía que decirse, pero hay que volver a la normalidad y lo perfecto hubiese sido que se volviese a jugar el partido en última instancia, pero este concepto no está en las normas de ningún campeonato de fútbol.

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Los toreros tienen este fin de semana para acomodarse mejor con la tabla, ya que juegan con el Deportivo Cuenca que hasta ahora no da pie con bola y aunque en el balompié no existen los vaticinios que aseguren el mejor resultado, por los antecedentes inmediatos, los amarillos deben ganar este fin de semana.

El otro punto deportivo que voy a comentar es el estupendo juego que Emelec realizó frente a León, un excelente equipo mexicano y que nos brindaron el martes anterior un buen espectáculo. El equipo azteca de entrada comenzó a realizar punzantes y decisivos ataques contra la defensa eléctrica, pero en el contragolpe Luis Miguel Escalada adelantó al equipo azul cuando disparando con la pierna zurda definió un golazo que puso en ventaja a los eléctricos. Pero el León no bajó la guardia y siguió atacando fundamentalmente desde el centro del campo hacia su lado izquierdo, donde el marcapunta derecho de Emelec no cubría los espacios y los mexicanos, con buena técnica, llegaron al empate.

Con ese mismo empeño el campeón azteca dominó virtualmente el primer tiempo y era lógico pensar que en la segunda parte bajaría su tren de juego y sería menos complicado.

Y así fue, los eléctricos fueron mejores que los norteños y consiguieron el segundo tanto que definió el juego a favor del equipo azul. Debemos destacar algo que está ocurriendo lamentablemente con el equipo: muchos lesionados, no vaya a ser que también Gustavo Quinteros, un técnico positivo, salga con calambres de tanto trajín.

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Los toreros tienen este fin de semana para acomodarse mejor con la tabla, ya que juegan con el Deportivo Cuenca que hasta ahora no da pie con bola.