Nepal obligará a quienes suban al monte Everest a bajar con ocho kilos de basura, además de sus propios residuos, con el fin de limpiar la cima más alta del mundo, indicó ayer una fuente oficial del gobierno nepalí.

Entre los objetos abandonados que se han ido acumulando figuran botellas de oxígeno vacías, cuerdas o carpas y hasta cadáveres de personas que no se descomponen, como consecuencia del frío extremo.

“Con el fin de limpiar el monte Everest, el gobierno decidió que cada miembro de una expedición tendrá que traer por lo menos ocho kilos de basura, además de sus propios residuos”, declaró Madhusudan Burlakoti, funcionario del ministerio de Turismo nepalí.

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A partir de abril, las autoridades sancionarán a quienes no cumplan con esta disposición, agregó, sin precisar si se aplicarán multas o no se devolverá el dinero que hayan depositado como garantía. Desde 1953, año en que Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay alcanzaron por primera vez la cima, más de 3.000 montañistas llegaron a la cumbre del Everest (8.848 metros de altura).

En el 2012, un grupo de artistas montó una exposición de esculturas hechas con toneladas de basura recogida en el Everest, para destacar el balance de lo que han dejado varias décadas de ascensiones. Cilindros de oxígeno, vasos, latas de cerveza y restos de un helicóptero formaban parte de las 75 obras montadas en Katmandú.