La mejor ubicación de Brasil en un Mundial, con la camiseta blanca, antes del Maracanazo, había sido el tercer lugar en Francia 1938. En la Copa del Mundo debutó de amarillo en Suiza 1954, el 16 de junio con una escalofriante goleada 5-0 a México.

El primer título brasileño, en Suecia 1958, no fue festejado con amarilla, sino con la alterna, de color azul.

Antes de llegar a la final usó la canarinha en cinco juegos en 1958 (cuatro triunfos y un empate).

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El 28 de junio de ese año, en la final en el estadio Rasunda, de Estocolmo, Brasil enfrentó a Suecia. El anfitrión usaba camiseta amarilla y los auriverdes emplearon una azul. Fue triunfo sudamericano 5-2, con un baile y fútbol inolvidables.