Finalmente, en la práctica, la solución a los problemas de la seguridad social debe pasar por un acuerdo nacional...
(...) se requieren acciones integrales para cerrar la brecha en esta materia y elevar el bienestar financiero...
Surge entonces la prioridad nacional, el fomentar las ventajas de una economía dolarizada...
La ciudadanía para su protección debe contar con información de fuentes autorizadas, como son los organismos de control...
Las instituciones sólidas permiten a sus autoridades tomar decisiones certeras, sin someterse al vaivén de los cambios políticos...
¿La economía en espera?
Mientras esperamos el anuncio del tan mentado “Programa Económico del Gobierno Nacional”, pospuesto para el lunes 2 de abril de 2018, según información periodística, hecho con el cual se cumplirían 11 meses del Gobierno, revelándose que no se contó con esta herramienta fundamental al inicio del nuevo Gobierno o, lo indicado por el propio presidente de la República en el sentido de que no hubo tal “mesa servida”.
Al tocar fondo se arriba a un punto en el cual necesariamente hay que cambiar.
El pasado 4 de febrero de 2018 concluyó la consulta popular, con un resultado global por el sí de al menos el 63% de los votos válidos en todas las preguntas, surge con claridad el espacio para que el Gobierno recupere la institucionalidad del país.
Bitcoins y los pobres, asuntos que parecen incompatibles, pero lamentablemente no.
Señor presidente, usted le ha señalado con claridad a su equipo económico (ministro de Finanzas, gerente de Banco Central, superintendentes de Bancos y al de Economía Popular y Solidaria) que dialoguen y escuchen.
La “receta de la década pasada” demostró tener problemas, promovió una economía sostenida en gasto público, financiada por ingresos petroleros que al disminuir pasó a endeudarse externa e internamente (proveniente del Banco Central del Ecuador [BCE]) en montos crecientes, plazos cortos, tasas altas.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (Einstein, A.). Esta acertada expresión no ha sido comprendida por las autoridades financieras de la “década ganada”, ni las actuales.
Partir de un diagnóstico equivocado lleva a soluciones erradas; el frente económico aplica recetas de la década pasada.
Las medidas económicas presentadas el 11 de octubre no conforman un “programa macroeconómico, integral y gradual” para afrontar el triple desafío que enfrenta el país, situación fiscal no viable, bajo crecimiento y sector externo poco competitivo.
Para el Foro Económico Mundial (FEM) la competitividad es el “conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”; la mejora de la productividad tiene un efecto positivo en el crecimiento económico y el empleo. El FEM publicó su Informe Global de Competitividad (IGC) 2017-2018, que evalúa los factores que impulsan la productividad y crecimiento en 137 países. Ecuador se localiza en la posición 97, descendiendo seis lugares respecto del año pasado (91).
En varias ocasiones hemos mencionado que el dinero electrónico constituye una de las herramientas que promueven la “inclusión financiera”.
Sai Bank, entidad financiera domiciliada en Curazao que opera sin autorización en Quito y Guayaquil, según la prensa. Curazao, país clasificado como paraíso fiscal, de acuerdo con el SRI. Sai Bank ofrece en su página: “…una amplia gama de soluciones financieras para personas jurídicas, corporativas y personas naturales de alto patrimonio…”.
El presidente de la República, Lenín Moreno, en las recientes cadenas nacionales de radio y televisión, indicaba que las “decisiones que se tomaron (durante el anterior Gobierno) no fueron debidamente mesuradas y se puso al límite la sostenibilidad de nuestra economía”.
El “dinero electrónico” es una forma de innovación financiera de pagos al por menor que fomenta la inclusión financiera, contribuye a reducir los costos de las transacciones, particularmente, de aquellas personas que no tienen acceso a productos y servicios financieros, por encontrarse en áreas rurales y/o regiones aisladas, haciendo poco necesario crear una infraestructura física de oficinas.
Los ecuatorianos entendemos que el dinero electrónico favorece la inclusión financiera, beneficiando a aquellos que no tienen acceso a los productos y servicios financieros, constituyéndose en una herramienta clave para llegar a las áreas rurales y regiones más aisladas.
Al cumplirse el Primero de Mayo, el Gobierno Nacional ratificó que en la “década ganada” uno de sus mayores logros fue su “Revolución del Trabajo”, la cual se resume en la eliminación de la tercerización laboral, aumento del número de afiliados al IESS y el “salario digno”. El Gobierno festeja una tasa de desempleo del 4,4%.
En la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM) se expusieron proyecciones relativamente positivas sobre la economía mundial, en tanto que para Ecuador se planteó un decrecimiento de -1,6%, el segundo más pobre de la región
A la espera de que los hechos demuestren la imparcialidad de las “instituciones”. Soy uno de los miles de ciudadanos que hemos salido a las calles, venciendo el miedo a represalias, que se ordenan desde las “sabatinas”, para retirar a los empleados de la administración pública y/o bloquear trabajos en el sector privado, a quienes difieren con el régimen.
En estos últimos días los ecuatorianos hemos conocido de ciertos hechos que, desde la perspectiva técnica legal, podrían configurar lo que se denomina “pánico financiero”.
El Gobierno señala: “… Ganó ampliamente el SÍ en consulta... prohibir paraísos fiscales. Esa es la verdadera lucha contra la corrupción…”.
“Vamos por más…”, frase que adquirió relevancia en la región, particularmente en gobiernos cuyos manejos económicos tomaron de base el incremento del gasto público. A manera de ejemplo: Argentina, Nicaragua, Honduras, Ecuador.
La Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera (JPRMF) emitió el 24 de noviembre de 2016 la Regulación Nº 302-2016-M, referente al encaje.
El Foro Económico Mundial (FEM) define la competitividad como el “conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”, la mejora de la productividad tiene un efecto positivo en el crecimiento económico y en el empleo.
Ecuador presenta a esta fecha cuatro trimestres continuos de deterioro del crecimiento del PIB, según información del BCE. De su parte, el FMI indica que el crecimiento del PIB real se contraerá en -2,3% en 2016 y que esta tendencia podría continuar en 2017 e incluso en 2018, lo que evidentemente significa que disminuirá la capacidad de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, para mantener a los empleados actuales y contratar a nuevos.