Usuarios y funcionarios públicos ingresan y salen del Edificio Público del Sector Social o simplemente conocido como el antiguo Makro, en la avenida Plaza Dañín (junto a Plaza Quil), que ya no tiene en su portal comerciantes informales a diferencia del día de su inauguración, el 26 de marzo pasado, cuando se vendían bebidas y alimentos libremente.

Esta edificación de 16 pisos fue restaurada por la Secretaría de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar).

En su interior hay áreas administrativas ministeriales o entidades estatales dedicadas a lo social.

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Al caminar por los pasillos del edificio es evidente la falta de señalética, que incluso en los primeros días hasta confundía a los funcionarios que fueron sus primeros ocupantes.

En la mayoría de los pisos no existen letreros que especifiquen qué entidad funciona en cada oficina, aunque la atención al público solo es en la planta baja.

El edificio alberga unos 634 funcionarios, pero mientras hay un agitado movimiento en algunas oficinas, otras están desoladas como ocurre en el piso 15 (comedor), en el cuarto donde hay una sala de charlas y en el segundo, una sala vip.

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Al ingresar se coincide de frente con el área de atención al cliente, donde decenas de personas esperan por un trámite en la Coordinación Zonal de Salud 8, Subsecretaría de Educación, Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) y la Vicepresidencia, que es la dependencia con mayor demanda.

En ese sector se observa a madres de familia paseando a niños o jóvenes en sillas de ruedas, adultos con muletas, personas de otros cantones de la provincia vestidos sencillamente y que se aglomeran para pedir información sobre los servicios.

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Por ejemplo, Ana Lino fue a averiguar qué pasó con una segunda visita técnica, pendiente desde hace varios meses en su vivienda del bloque 6 de Bastión Popular, ya que su madre de 84 años sufrió un derrame cerebral y depende de otras personas para trasladarse, por lo que requiere ser ingresada entre los beneficiados del programa Manuela Espejo.

La subsecretaria del litoral de la Vicepresidencia, Martha Cedeño, indicó que ya dejaron la oficina en la Gobernación y que solo ahí (en el antiguo edificio Makro) se podrá gestionar servicios como la entrega de bonos, prótesis auditiva, sillas de ruedas, kits visuales, programa de vivienda, emprendimiento laboral.

Cedeño afirmó que hay otros servicios como consultorio médico y psicológico para las valoraciones y un área lúdica para la recreación de los niños que acompañen a sus cuidadores.

A pocos metros de allí, Viviana Yaguarana, quien es profesora con contrato del Ministerio de Educación en el colegio fiscal Santo Domingo del cantón Simón Bolívar, buscaba validar sus documentos profesionales para ser calificada con un cupo de maestra en el colegio réplica 28 de Mayo, ubicado junto a Ciudad Victoria.

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La maestra consideró que el servicio y las instalaciones de donde se realiza el trámite son mucho mejores que antes, pero cree que falta orientación en el personal ya que primero fue enviada a dos distritos, en los que no pudo efectuar la diligencia.

Mientras que funcionarios del MIES (antes en el Gobierno Zonal) orientan a los usuarios a que se dirijan a las oficinas distritales en Illingworth y Malecón, av. del Bombero (Los Ceibos) y en Sibambe y Velasco Ibarra (Durán).

En tanto, en las comisarías del Ministerio de Salud (que antes estaban en Panamá y Padre Aguirre) se receptan denuncias por mordeduras de perros, pozos sépticos en mal estado, infracciones de establecimientos sujetos a control sanitario como locales comerciales, comedores, bares escolares, centros nocturnos, consultorios médicos, clínicas, hospitales, gasolineras, farmacias, etc.

Su área de Control Sanitario recibe documentos para la obtención de permisos de funcionamiento de clínicas, restaurantes, registro de títulos profesionales, certificados médicos internacionales. El Departamento de Estadística entrega certificados de defunción, permiso de inhumación y exhumación y traslado de cadáveres.

En el lugar también atiende la Subsecretaría de Educación distrital de Guayaquil, donde se inscriben docentes para convocatorias de concursos de méritos y oposición, apelación de resoluciones de direcciones distritales, reparto de textos escolares y denuncias en general.

El subsecretario de Educación, Juan Carlos Rodríguez, afirmó que el resto de trámites se deben hacer en las sedes distritales de Guayaquil, Durán y Samborondón.

A más de la planta baja, en el noveno piso se atiende a usuarios. Allí funciona la Secretaría de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares, que recibe denuncias de invasiones y documentos que avalen la propiedad de un predio.

Historia de las instalaciones
Inicios
Perteneció a los propietarios del Banco del Azuay, entidad que quebró en el año 1999, cuando el edificio Makro todavía estaba en construcción.

A cargo de la AGD
Por varios años estuvo a cargo de la desaparecida Agencia de Garantía de Depósitos (AGD).

Bodega
Mientras estuvo en custudio de la AGD, el edificio Makro sirvió de bodega para que se almacenara todo tipo de objetos y mobiliario incautado de unos diez bancos que fueron cerrados.

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Su frente y parte posterior sirvieron por varios años para la instalación de inmensas vallas publicitarias que llamaban la atención de conductores y transeúntes, pero ocultaban el mal estado en el que permanecía la estructura en ese momento.

Sobre el almacén
El almacén Makro vendía ropa, artículos de línea blanca para el hogar y también muebles. Una de sus características era mantener promociones.