QUITO.- El proceso de venta del Pacific National Bank (PNB) con sede en Miami, de propiedad de la Corporación Financiera Nacional (CFN), cumple hoy un año desde su encargo al fiduciario o fideicomisario Robert Barnett.

El plazo para la venta también terminaba hoy, de acuerdo con el contrato, en el caso de no haber completado el proceso y de no tener un contrato de venta definitivo.

Sin embargo, una extensión del plazo, anunciada el martes pasado por voceros del PNB, abre la posibilidad de que se concrete dicha venta y deja de lado, al menos por ahora, una posible liquidación del banco.

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Ayer no fue posible conocer cuál fue el periodo de extensión que se ha previsto para concretar la venta del PNB.

Tampoco se sabe cuántos son los oferentes interesados ni si el banco ha accedido a dejar en sus cuentas $ 168 millones en depósitos que tenía el Banco del Pacífico de Ecuador (BPE). Hasta octubre del 2012 unas 25 entidades fueron contactadas o intentaron tener información sobre la venta del PNB.

Fuentes del banco informaron que el presidente del mismo, César Fernández-Guzmán, había sido sometido a una intervención quirúrgica y que lo informaría posteriormente.

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La venta está en manos del fiduciario Robert Barnett, quien seguirá negociando con los compradores y quien, según el contrato, tiene amplias facultades para esta tarea.

El contrato del fideicomiso dice que el fiduciario (Barnett) actuará con “absoluta discreción y sin ninguna influencia directa o indirecta del fideicomitente (BPE)” tendrá el derecho exclusivo de votar en las asambleas del banco. El fiduciario nombra a los miembros del Directorio.

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En el contrato también se indica que el fideicomitente, es decir el dueño o sea el Banco del Pacífico, no tienen ninguna influencia o control directo o indirecto sobre el fiduciario con respecto a la manera en la cual se vendan las acciones.

Además, no tendrá ningún reclamo contra el fiduciario respecto al pago recibido por la venta, excepto de considerar que haya ocurrido un fraude.