Es un cambio solo de líderes. China, la segunda mayor economía del mundo –que apunta a desbancar a Estados Unidos en cuatro años–, renueva su dirigencia. A esos que gobernarán a este país asiático, que es el mayor tenedor extranjero de deuda estadounidense, por los próximos diez años, según las reglas establecidas por el único partido, el Comunista (PCCh).