Desde este año en las calles de la urbe irrumpió una pegajosa melodía que se repite incansablemente a toda hora en sus distintos barrios, es la canción que acompaña a los camiones recolectores de Puerto Limpio para anunciar su llegada, la que lidera una campaña publicitaria con la que espera acostumbrar a los usuarios a que saquen a tiempo sus fundas de basura.

Algunos de ellos fueron consultados sobre el jingle y su efecto en el sector donde habitan.

“Antes sonaba el pito y uno a veces salía con la basura, en cambio con la música uno ya está preparado y escucha, es agradable escucharla”, expresó Kléber Mera, de Socio Vivienda.

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“Uno la escucha y se pone pilas para tener su basura lista”, afirmó Johnny Burgos, de la cuarta etapa de la Alborada.

Marisol García, de la coop. Unión de Bananeros, asegura que es común ver basura en los parterres debido a que no hay la colaboración del vecindario.

“Los culpables somos nosotros que no nos ordenamos, porque si escuchamos que va a venir el carro tenemos que sacar la basura, pero por la pereza la sacamos después”, dijo.

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En cambio, Franklin Leye, de Sauces IV, opina que a sus hijos les llama mucho la atención por asemejarse al sonido de las campanas de los heladeros.

Hay a quienes les desagrada, como a Javier Villavicencio (sexta etapa de Mucho Lote), que la encuentra ‘fastidiosa’ por escucharla toda la noche.

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Noemí Moreno, de la Octava y Calicuchima, cree que el contenido de la canción debería enseñar cómo reciclar la basura, porque al llegar un reciclador rompe las fundas para llevarse el plástico y papel, pero riega en la acera residuos orgánicos.

La campaña empezó a escucharse el 5 de diciembre del 2011, con un tema instrumental de marimba, cambiado a las pocas semanas por petición de grupos afroecuatorianos y del exgobernador, Roberto Cuero.

Desde hace algunas semanas la melodía sirve de fondo para un spot que se escucha en varias emisoras radiales de la ciudad.

El comercial, que estuvo a cargo de la empresa Maruri y que fue seleccionado por el Cabildo, cuenta la historia de un morador que saca su funda a deshora, lo que genera problemas al vecindario como alcantarillas tapadas o desaseo, un vecino que no está de acuerdo lo denuncia y es apresado.

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Según el gerente de Puerto Limpio, Samuel Reyes, la cuña lo que hace es exponer de una manera amena la ordenanza que norma el manejo de los desechos sólidos no peligrosos (sus multas pueden variar entre $ 58,40 y $ 335,80, con clausura de hasta 10 días), pero que jamás podría ser gestor de una campaña que fomente el odio y confrontación entre vecinos.

“La musicalización ha tenido muy buen impacto, hay gente muy complacida por no ocupar la bocina y reemplazarla por la música, ahora trabajamos con la asociación de ideas música-hora de sacar la basura”, dijo Reyes, quien recalcó que la estrategia se mantendrá, pero la canción cambiará en junio.

La producción del spot costó unos $ 10.000. En lo que va del año han invertido $ 100.000 en publicidad de radio y TV. En ese mismo lapso repartió 150.000 folletos en prensa, revistas, en el peaje de Chongón que contenían consejos para la limpieza en la urbe y todas las frecuencias de los recolectores.

Para el psicólogo Óscar Nieto, el enfoque de la campaña es parte de un recurso psicológico que genera una respuesta condicionada a un estímulo como es la música, para que se saque la basura a la hora indicada.

“En eso todavía hay una carencia para crear un paradigma diferente de lo que es el respeto a la norma y a la autoridad ¿Quién le hace caso? Tal vez unos pocos”, expresó Nieto.

Para el sociólogo Rubén Aroca el énfasis del mensaje es la sanción por aplicar y no las rutinas propias del servicio y beneficios del mismo.

“Hasta donde he podido observar, las personas reconocen más la tonada que el mensaje. El mensaje tampoco es correcto, pues este debería hablar de las rutinas por sector, de los lugares de recolección, así como las mejores formas de disposición de desechos”, dijo Aroca sobre la reacción de la ciudadanía.

Este Diario realizó la semana pasada un sondeo entre 100 ciudadanos. En la primera pregunta se consultó si conoce la campaña melódica a través de los recolectores, un 87% dijo que sí y un 13% dijo que no.

De los consultados un 74% manifestó que sí le gusta la melodía de los recolectores y un 26% afirmó que no le agrada.

Un 27% indicó que le parecía excelente, un 22% muy buena, un 43% la calificó como buena y un 8%, mala. Un 88% cree que la recolección mejoró desde que Puerto Limpio reemplazó a Vachagnon, el 12% cree que no. La empresa se adjudicó la concesión de recolección entre 2010 y 2017, a un costo de $ 167’035.987,84. Cobra $ 23,51 por tonelada métrica de basura recogida en la ciudad.

Más datos

Estudio de medición

Realizado por la empresa Maruri entre el 15 y 29 de marzo, arroja que el 91,4% de los encuestados conoce la frecuencia de recolección en su barrio y el 8,6% no la conoce. No obstante, solo un 24,2% sabe el significado de ‘horario de disposición de basura’. El mismo informe detalla que el índice de satisfacción con el servicio es de un 90,22%. También afirma que el 75% piensa que es mejor que antes, un 22,8% igual y un 1,6% peor.

Recolección diaria

Unas 3.200 toneladas de basura recolecta Puerto Limpio en sus 82 camiones, o sea desechos residenciales, de mercados e industriales.