Ocho intervenciones públicas ha realizado este jueves el presidente de la República, Rafael Correa, en las que se dedicó a desprestigiar y minimizar a la movilización indígena denominada por el Agua, la Vida y la Dignidad.

El periplo del mandatario en defensa de su proyecto político inició desde pasadas las 07:00 en el canal gubernamental CNPlus, durante una entrevista con Jorge Abascal y en donde habló de su viaje a Turquía, y los acuerdos logrados, y en donde también minizó la marcha indígena.

De repente, su voz se escuchó en las decenas de parlantes que rodeaban Carondelet mientras daba una entrevista a radio Pública. Allí aseguró que existían informes de su equipo de inteligencia que hablaban de un supuesto plan de desestabilización de parte de grupos de oposición como el Movimiento Popular Democrático (MPD) . Declaró incluso que “habían ido a golpear las puertas de las Fuerzas Armadas”, pero estos se negaron a respaldar sus propuestas.

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También estuvo en el canal oficial, EcuadorTV en donde reiteró que esta marcha había sido un total fracaso, y que su única preocupación era que grupos extremistas a los que nadie les hizo caso intenten generar actos violentos. Declaraba que los objetivos iniciales de esta marcha eran desestabilizarlo, por las declaraciones de Mariana Pallasco, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), que era el 'principio del fin del correísmo'. “Pero como se les derrumbó todo y nadie les hizo caso, vinieron desinfladísimos, y ahora dicen: 'No a la minería', 'bajen los impuestos'”, subrayó el mandatario.

El Arbolito y Santo Domingo
Luego en una caravana de nueve autos oficiales se trasladó hasta el parque El Arbolito, en donde reiteró el mismo discurso. Mientras esto ocurría, una concentración con personas discapacitas, entre ellos no videntes, parapléjicos, algunas personas con retraso mental, unos en sillas de ruedas y otros en muletas, algunos a punto de caerse por la curiosidad de la multitud, eran conducidos hasta la plaza de Santo Domingo en Quito, para junto al vicepresidente Lenin Moreno, escuchar a su líder, quien anunciaba su presencia.

Pasadas las 12:00, el mandatario llegó. Sacó su cuerpo por una abertura del capó de su Nissan y saludaba a cientos de militantes que copaban la plaza con banderas verdes de Alianza PAIS, y otras de la Misión Solidaria Manuela Espejo.

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El vicepresidente Lenin Moreno destacó que seis plazas de Quito estaban copadas por la militancia verde. Correa subió a la tarima, y azuzaba a las personas a gritar: “reelección del premio Nobel de la Paz”.

Allí les agradeció por su presencia y recordó que ellos sí tienen capacidad de movilización y reacción. “Los golpistas viendo esto no se atreverán nuevamente” a intentar derrocar su gobierno. “¡El pasado jamás!, ¡A esta revolución no la para nadie!”, decía.

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Y reiteró el discurso de que su gobierno siempre ha estado abierto al diálogo, pero "jamás con la derecha saqueadora, con los golpistas menos, con la gente que saltaba de la alegría el 30-S, jamás”.

Agregaba que la oposición ha venido cambiando el discurso conforme los sucesos de las últimas semanas, pues “saben que mienten, que no representan a nadie. Saben que están perdidos y por eso intentan desestabilizar al gobierno o posicionarse electoralmente”, gritaba con fuerza frente sus seguidores.

Levantaba su voz para decir que la marcha indígena no “movió ni 4.000 personas, pero, nosotros, nosotros “¡somos 60.000!”.

El discurso terminó, y el segundo mandatario pidió a los oficialistas retomar la caminata hasta la Plaza Grande, para respaldar al presidente.

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Plaza de la Independencia, San Francisco...
Este regresó a la caravana vehicular que tomó la calle Flores para retornar a la simbólica Plaza de la Independencia, que para ese momento estaba totalmente repleta de sus simpatizantes. El discurso fue el mismo, con la diferencia que les pidió que se trasladen a la Plaza de San Francisco.

Minutos antes de las 15:30, hora prevista para su nueva intervención en dicha plaza, una pertinaz lluvia dividió a indígenas, costeños, montubios, afroecuatorianos que los esperaban de pie.

Su discurso no varió, pero tuvo más intensidad. “Todos sabíamos que marchaban 150, 200 personas que venían, en contubernio con la prensa corrupta. Se tomaban la foto para decir que pese al frío, la lluvia, el polvo venían caminando por sus derechos”.

¿Pero qué pasó con la reacción popular?. “No se engañen, lo que pase es que se desinflaron, pero la idea era desestabilizar al gobierno, pero a muchos de ellos se les chispoteó en un momento dado. Con qué prepotencia decían, 'el 22 de marzo, nos tomamos Quito', pero, Quito está tomado por la alegría, la paz, por la revolución ciudadana".

A su juicio, esta movilización indígena fue un total fracaso, pues en el parque El Arbolito habrá unos tres mil indígenas, y eso “con presiones, por los garroteros del MPD. Mientras que, aquí decenas de miles por convicción".

De esa forma, en medio del aguacero exhortaba a la militancia que vino de provincias a mantenerse “atentos porque nos pueden quitar todo lo logrado. Por eso debemos seguir movilizados, motivados, convencidos. ¡Nada ni nadie nos vencerá compatriotas!”.

Su discurso parecía culminar pero recordaba que "aquí no hay dónde perderse, no es verdad que no aceptamos el diálogo. Para nosotros siempre las puertas han estado abiertas, pero eso sí: ¡no vamos a conversar con cualquiera. Aquí hay diginidad, principios, con la derecha saqueadora jamás dialogaremos. Con los Carrascos, los Rodríguez, traidores, los Larrea, con los golpistas, jamás conversaremos!”, advirtió.

Al final dijo que la marcha indígena no era por la minería, pues en Ecuador la minería no es el problema, sino las aguas servidas, y el mal sistema sanitario lo que está acabando con el agua dulce. Por ello, "qué derrota ha tenido esa oposición recalcitrante, qué victoria de la revolución ciudadana".

Correa pidió a la multitud mantenerse atenta ante los supuestos "golpistas, porque están desesperados sobre todo de los garroteros aquellos que destruyeron nuestras unviersidades. Estemos atentos".

Luego, desde una tarima en la Plaza Grande, arengó nuevamente a sus seguidores en su octava intervención del día. Usó pantallas para mostrar imágenes de EcuadorTV de incidentes en las afueras de la Asamblea. La Policía reportó dos gendarmes heridos, supuestamente por manifestantes indígenas.