El 10 de febrero pasado, los ciudadanos Borys Carrión y Diego de la Rosa presentaron ante la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNE) un escrito de Amicus Curiae en el proceso por injurias calumniosas que el presidente Rafael Correa entabló contra EL UNIVERSO.

Se trató del único documento de ese tipo planteado en el caso, en cuya audiencia final de casación se ratificó la condena de tres años de cárcel para los directivos y el exeditor de Opinión de este medio, y el pago de una millonaria indemnización a favor del mandatario.

La figura del Amicus Curiae consta en el artículo 12 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el cual señala que “cualquier persona o grupo que tenga interés en la causa podrá presentar un escrito, que será admitido al expediente para mejor resolver hasta antes de la sentencia”.

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De considerarlo necesario, los jueces pueden citar a los peticionarios para que expongan sus argumentos.

En el documento de trece páginas, los ciudadanos machaleños pidieron a la Sala que no decida a base de las leyes penales, sino de la Constitución, considerando que esta última configura un Estado de derechos.

Ambos señalaron que si bien el proceso penal es privado, tiene interés nacional por su incidencia colectiva. Y versa sobre un hecho público: la sublevación policial del 30-S.

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Según el texto, existe una colisión entre el derecho al honor y buen nombre de una autoridad y el derecho a la libertad de expresión de un editorialista de EL UNIVERSO.

Para los peticionarios, “la victoria del derecho al honor (...) satisface de forma constitucionalmente ofensiva el interés individual de un ciudadano (...) desatendiendo el carácter de constitucionalidad de la seguridad jurídica”.

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Agrega que “con una decisión que haga prevalecer el derecho al honor y buen nombre se estaría afectando la capacidad de los comparecientes y de la ciudadanía en general a formarse y expresar el pensamiento mediante una opinión personal de los hechos del 30 de septiembre del 2010; esto, por la limitación a otras versiones (...)”.

En la última providencia de la Sala, el 13 de febrero pasado, los jueces Wilson Merino, Paúl Íñiguez y Jorge Blum aceptaron el Amicus Curiae. Pero se abstuvieron de recibir en audiencia a Carrión y De la Rosa.

La audiencia de casación se realizó dos días después y el fallo se conoció la madrugada del día siguiente.

Carrión indica que el hecho de que su escrito haya sido admitido a trámite por el mayor órgano de justicia nacional sienta un precedente positivo porque implica que los ciudadanos pueden involucrarse en ese tipo de procesos privados.

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No obstante, los peticionarios lamentan que sus argumentos no hayan sido considerados por los jueces, como lo deja en evidencia su fallo.

“Por el resultado, estamos seguros que nuestro escrito no fue tomado en cuenta. Les dábamos argumentos para sentenciar de forma contraria a lo que hicieron”, dijo Carrión, quien afirmó que también presentarán ese documento ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuando la defensa de EL UNIVERSO plantee ante ese órgano una demanda contra el Estado por violaciones a los derechos humanos.

Los ciudadanos tienen previsto presentar otro Amicus Curiae dentro del juicio por injurias calumniosas que el mandatario interpuso contra los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, autores del libro El Gran Hermano.

Ambos fueron sentenciados a pagar $ 2 millones como indemnización para Correa.