Entre aplausos, lágrimas y una calle de honor de sus colegas dejó esta tarde su despacho la presidenta saliente de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, la jueza María Leonor Jiménez.

Jiménez

Jiménez se instaló esta mañana normalmente en su despacho, ubicado en el quinto piso
del edificio de la Corte, ya que indicó que la notificación de
destitución llegó al casillero en Quito, por lo que esperaba que llegara a Guayaquil.

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La jueza dijo que analiza medidas legales para dejar sin efecto su destitución que, a su criterio, ocurrió en represalia tras las críticas realizadas a algunos jueces, tras la sentencia que emitió el juez Juan Paredes en el juicio contra EL UNIVERSO, interpuesta por el presidente Rafael Correa.

El pasado 1 de septiembre, el CJT abrió un sumario disciplinario en su contra en base de la denuncia de Víctor Hugo Proaño, quien la acusa de haber injuriado “gravemente a sus inferiores jerárquicos, a sus compañeros de trabajo y denigrar la majestad de la Función Judicial” al referir –en una entrevista con diario Hoy– que sentencias como la que dictó el juez Paredes “son resoluciones de jueces golondrinas”.

Jiménez agregó que la destitución es solo de la Presidencia de la Corte del Guayas, pero no de la magistratura que tiene en la Segunda Sala Penal.

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Funcionarios judiciales se solidarizaron con la todavía presidenta de la Corte provincial, y criticaron las decisiones que ha tomado el CJT.

En meses pasados, el presidente Correa criticó y pidió la renuncia a la jueza, diciendo que ella lidera “la peor Corte del país” y que “en vez de quedarse callada, sale hablando en los medios como estrella de cine”.

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Ante esto, Jiménez dijo que: “solo espero que el presidente, cuando me dice que parezco estrella de cine, no crea que le voy a quitar el Oscar al mejor actor”, quien consideró que el pedido del mandatario de que renuncie o sea sancionada por dar declaraciones quizá sea por un caso de interés particular que él tiene en la Corte del Guayas.