Hace más de cien años, las mujeres polacas no eran admitidas en las universidades de su país. Eso motivó a algunas, de seguro, a buscar otras oportunidades fuera de Polonia. Una de ellas fue Marie Sklodowska, conocida como Marie Curie, quien eligió Francia como su destino. Ya han pasado cien años también desde que aquella mujer obtuvo su segundo premio Nobel -en Química- (en 1903 lo había obtenido en Física junto a su esposo Pierre Curie, de quien adoptó el apellido).

Fue la primera del género femenino en ganar un Nobel y la primera galardonada dos veces en diferentes campos en la historia de estos premios. “Realizó una tarea investigativa de enorme trascendencia para la humanidad, demostrando que la capacidad intelectiva no es potestativa del varón. La valía de sus descubrimientos le significaron el Premio Nobel, en reconocimiento a su talento, e hicieron posible el avance de otras mujeres inclinadas al cultivo de las ciencias”, expresa la historiadora Jenny Estrada.

Marie conoció en la primavera de 1894 a Pierre. Juntos siguieron investigando el fenómeno de la radiactividad, descubierto por el francés Antoine Henri Becquerel. Este hallazgo les valió a los tres el Premio Nobel de Física en 1903. “Marie y Pierre Curie fueron un ejemplo de los logros que puede tener el esfuerzo común, sustentado en el amor y respeto recíproco que se brindaban”, manifiesta María Luisa Caputi de Cuesta, presidenta de la Sociedad Femenina de Cultura.

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Pierre y Marie sabían que en sus experimentaciones había riesgos, pero de todas formas decidieron irse por la agridulce vía de la trascendencia. En 1906 uno de ellos dejó de caminar por esa ruta: Pierre, quien murió arrollado. La mujer que hizo historia nunca superó esa pérdida y continuó dedicada al trabajo. Meses después de la tragedia fue una vez más pionera: se convirtió en la primera docente de la Sorbona. “Veo en Marie Curie el grado de excelencia al que pueden llegar los seres humanos. Como mujer, aplaudo la superación histórica de mis congéneres, cuidándome de no caer en feminismo alguno, tan censurable como el machismo tradicional y obsoleto. Nada hay que diferencie, intelectualmente, al hombre de la mujer”, opina Caputi.

La constante labor de Marie hizo que en 1911 un premio ya conocido para ella tocara a su puerta otra vez: el Nobel, en esta ocasión en Química, gracias a su descubrimiento de los elementos radio y polonio. Luego de haber pasado varios años expuesta a la radiactividad, Marie falleció el 4 de julio de 1934. “Sus huellas de auténtica pionera han sido seguidas por decenas de mujeres que brillan con luz propia en los campos de la Física y la Química”, señala Estrada.

Dentro del contexto ecuatoriano, Francisca Flores, máster en la enseñanza de la Física de la Espol, expresa que pudiesen haber más mujeres como Marie en el país, pero muchas “piensan que es difícil, que no van a poder, pero es un problema de contexto social”. Flores agrega que la base está en informarlas y motivarlas al estudio de estas ciencias.

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Cuatro años después del fallecimiento de Marie, su segunda hija, Éve, publicó la biografía de su madre, Madame Curie, que se editó en 1938. En 1943 se hizo una película sobre la investigadora, también titulada Madame Curie. Actualmente en Reino Unido existe, en su honor, el Marie Curie Cancer Care.

El Geffen Play house de Los Ángeles la evoca desde el 1 de noviembre pasado con un montaje que estará abierto al público hasta el 18 de diciembre: Radiance: The Passion of Marie Curie (Resplandor: La pasión de Marie Curie), del director Alan Alda. En ella se analiza la vida y obra de la científica, los prejuicios sufridos por el hecho de ser mujer, y el que ella, en ocasiones, se viera eclipsada por su esposo, pero nunca del todo. Ella sabía como brillar sola.

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Datos sobre los premios Nobel
Desde 1901 se honra a mujeres y hombres de todo el mundo con el Premio Nobel. El inventor de la dinamita Alfred Nobel fue el gestor de estos galardones, que honran en distintos campos: Física, Química y Economía (establecido desde 1968), cuyos nominados son elegidos por la Real Academia Sueca de las Ciencias. En Medicina, los aspirantes son elegidos por la asamblea del Nobel del instituto Karolinska. La Academia Sueca nombra a los nominados en Literatura. El Comité Noruego del Nobel da la lista de aspirantes en el apartado trabajos por la paz.

Los premios Nobel son administrados por la Fundación Nobel, establecida en Estocolmo.