El 10 de diciembre del 2004, dos días después de que una mayoría congresista afín al gobierno del expresidente Lucio Gutiérrez (PSP, PRE, Prian y MPD) cesó en sus funciones a los 31 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de 1997, en el pleno del Legislativo se integró una nueva Corte Suprema de Justicia.

Estos miembros eligieron luego a Ramón Rodríguez como su titular. La nueva conformación fue cuestionada por los gremios productivos del país.

Rodríguez renunció el 13 de enero del 2005, con lo que el magistrado Guillermo Castro Dáger, afín al PRE, asumió la presidencia de esta CSJ, en medio de críticas de los opositores de Gutiérrez como los socialcristianos y la ID. Aseguraban que Castro estaría al servicio del primer mandatario de ese entonces, que era del PSP.

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El rechazo se incrementó cuando Castro Dáger emitió el 31 de marzo del 2005 cinco providencias en las que se declaraba la nulidad de los juicios y se levantaba la orden de prisión que pesaba contra los expresidentes Bucaram y Gustavo Noboa, al igual que la orden existente contra el exvicepresidente Alberto Dahik. Los tres estaban exiliados en el exterior y con este fallo podían regresar al país.

Los legisladores opositores señalaban que la acción de Castro respondía a los compromisos adquiridos entre Gutiérrez con los partidos afines como el PRE para conseguir la conformación de esta nueva CSJ.

Con esto, el 15 de abril del 2005, Gutiérrez, antes de su derrocamiento ocurrido el 20 de abril de ese año, destituyó a esta CSJ, que apenas duró casi cinco meses en funciones.