El 1 de octubre de 1997, el Congreso, presidido por Heinz Moeller (PSC), declara cesante al entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Carlos Solórzano, bajo el argumento de que estaba en funciones prorrogadas.

Al día siguiente, los diputados reorganizan a la CSJ integrada en 1992. Se designó a 31 magistrados de una lista de 54 aspirantes depurada por una Comisión Calificadora Especial, integrada por tres delegados de la sociedad civil y tres del Parlamento.

Aquí la nueva Corte pasa a ser vitalicia y su renovación es en adelante a través de la cooptación, un mecanismo en el que los propios magistrados debían elegir internamente para llenar las vacantes.

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Estas nuevas reformas constitucionales entraron en vigencia tras la aprobación de la consulta popular convocada en el mandato interino de Fabián Alarcón, quien asumió el poder tras el derrocamiento de Abdalá Bucaram en febrero de 1997.

Para la elección de los aspirantes se armó esta Comisión, liderada por Alberto Wray. León Roldós, uno de sus representantes de la sociedad civil, asegura que la calificación se hizo con seriedad y exigencia, mas no la designación, que fue manipulada en el Congreso.

“Los acuerdos políticos llevaron a que personas calificadas con las máximas notas no sean escogidas”, menciona.

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Así, el 8 de octubre de 1997 se integró una CSJ. Estos magistrados escogieron luego a Héctor Romero Parducci como el primer presidente de esta CSJ, que fue destituida por el Congreso en el 2004 por una mayoría afín al gobierno del expresidente Lucio Gutiérrez.