La sorpresiva declaración de alerta naranja y estado de emergencia en la faja costera, el pasado 10 de agosto, con el anuncio de la llegada de olas de hasta 4 metros de altura y que jamás se registraron, seguía generando ayer reclamos y anuncios de demandas contra el Estado y las autoridades por  operadores turísticos de esa región, pues la situación se presentó a pocas horas de iniciarse un puente vacacional de tres días.