Wilson tiene una microempresa de zapatos que cuenta ya con 14 empleados. Al inicio del negocio todos eran más eficientes, pero hoy no sabe qué hacer para mejorar la productividad del grupo.

Es que al parecer la gente llega tarde al trabajo, se quiere ir temprano y van con malas caras a laborar los fines de semana.

Hace tiempo decidió hacer un pequeño aumento de sueldo para motivar a su gente. Los primeros días las cosas marcharon bien, pero apatía volvió a aparecer.

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¿Qué podría motivar a mi grupo?, se pregunta este microempresario constantemente. Y ya no sabe qué estrategia implementar. Quizá 'motivación' no sea lo que necesitan, hace falta algo más, un ingrediente que muy pocos valoramos y cultivamos.

Esa es el ingrediente mágico del que habla Wayne Dyer en su libro 'Inspiración, tu llamado primordial'. Este nace de tu interior no de agentes motivadores externos.

En su libro, el doctor en psicología y psicoterapeuta estadounidense cuenta que la inspiración no es algo que aparece de vez en cuando y que desaparece de forma misteriosa, independientemente de nuestros deseos.

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En realidad la inspiración es un llamado a actuar aunque estemos inseguros de nuestras metas o logros.

En las personas inspiradas una idea se adueña de ellas y los lleva a lograrla, mientras que las personas motivadas son aquellas que se adueñan de una idea y la hacen realidad.

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Ambas, inspiración y motivación, son igualmente significativas en nuestras vidas, no obstante, las personas que descubren su misión y propósito estarán inspiradas siempre, puesto que hay algo muy superior que se ha internado en su ser y los lleva a pensar y planificar para poder lograrlo.

La inspiración parte del principio fundamental de que todos nosotros tenemos una misión en la vida. Una persona que está inspirada habrá descubierto su misión y propósito en la vida.

Sabrá también que debe hacer muchas cosas para poder lograr ese propósito. Ese proceso de transformaciones que progresivamente irán ocurriendo en su ser lo convertirán en una persona excepcional.

El proceso inicia desde nuestro interior y tiene efectos en el exterior. En estos días de tantos conflictos muchas personas sienten que están perdiendo el sentido de sus vidas. Estas son las consecuencias de que sus vidas dependen de las circunstancias, ya que no están inspiradas.

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Si el trabajo en el que te encuentras no es lo que realmente inspira tu vida, entonces seguro tendrás una lucha constante interior. Halla tu misión, esa es tu inspiración personal, hacer aquello para lo cual estás aquí. Convierte tu inspiración en el motor que te da energía.