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.- El ataque en Tamaulipas es considerado la peor masacre de inmigrantes en la historia reciente de México.

En la morgue de Ciudad de México permanecen los cuerpos de 17 inmigrantes indocumentados, que forman parte del grupo de 72 que fueron asesinados en agosto de 2010 en Tamaulipas, en el noreste del país.

Nadie los ha reclamado, ni ha sido posible su identificación plena. Si al 31 de mayo mantienen su condición anónima, el gobierno mexicano podría inhumarlos en una fosa común.

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Entre los cuerpos se presume que hay ciudadanos de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador, India y tal vez uno de México, según datos recabados por la Procuraduría General de la República.

Sin embargo, no ha sido fácil el proceso de identificación a pesar de las pruebas de ADN que se han hecho, dijo Alden Rivera, subsecretario de Relaciones Exteriores de Honduras.

"Agotamos cualquier posibilidad de identificarlos por huellas dactilares. Los cadáveres no tenían ningún documento al ser encontrados", explicó.

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El resto de los cuerpos fueron repatriados a sus países de origen, incluidos varios a Brasil.

El gobierno mexicano responsabilizó al cartel del narcotráfico de Los Zetas como autor de la masacre.

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Hasta ahora ocho probables responsables han sido detenidos en México, y uno más en El Salvador. Otros seis perdieron la vida en enfrentamientos con infantes de Marina mexicanos.

Delincuencia organizada
Tras el ataque en Tamaulipas se cree que el número de indocumentados centroamericanos que cruzan por México se redujo.

Pero ocho meses después, el flujo migratorio parece estar recuperando su caudal. El vicecanciller Rivera, por ejemplo, dijo que unos 75.000 hondureños salen cada año con rumbo a Estados Unidos.

Lo que no ha tenido cambios es la violencia en su contra. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha denunciado supuestos abusos contra miles de migrantes en México.

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Además, la cancillería de El Salvador denunció violaciones de derechos humanos a por lo menos 250 migrantes de ese país.

Los gobiernos de México y de los países centroamericanos responsabilizan a grupos criminales de los ataques.

"La acción de la delincuencia organizada se ha convertido en la principal amenaza para los migrantes en tránsito por México", reconoció Salvador Beltrán, comisionado del gubernamental Instituto Nacional de Migración (INM) ante el Comité de Derechos para los Trabajadores Migrantes y sus Familias de la ONU.

El juicio contra los probables responsables de la masacre de Tamaulipas inicia este abril en México, y de acuerdo con las leyes locales podría durar por lo menos un año antes que se dicte sentencia.