Cascadas de aguas servidas desfogan sin tratamiento al río Daule a la altura del cantón Pichincha, al este de la provincia de Manabí. Las aguas negras también se botan de forma directa de las partes traseras de las casas que dan a este río.

Aunque el afluente de 245 km de longitud nace contaminado de la represa Daule-Peripa, su situación empeora a la altura de esta población donde recién se construye un sistema de alcantarillado sanitario tras casi 25 años de cantonización.

Los habitantes se han conectado a las redes del alcantarillado pluvial para desfogar las aguas negras de sus casas ante el colapso de pozos sépticos.

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Jaime García, un pintor de 28 años, vive en el barrio San Pedro, que se extiende sobre las riberas del río. Su casa se levanta junto a una alcantarilla rebosada y afirma que una piscina de aguas verdosas se formó hace dos meses cuando empezaron las tareas de alcantarillado.

La basura también acrecienta la contaminación. Buena parte se acumula sobre los muros de gaviones construidos para evitar el desbordamiento de las aguas del río Daule.

Mirando ese panorama, Antonio Del Valle Palma, de 50 años, recuerda que el río era la principal vía de comunicación con otras poblaciones de la región, por lo que la vida transcurría en torno a su lecho.

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Dice que ahora los pobladores le han dado la espalda; y ello se nota en el crecimiento demográfico de la ciudad, pues la mayoría de casas tienen sus fachadas del lado de la calle.

El paisaje fluvial solo puede apreciarse desde puentes o en balcones que funcionan también como embarcaderos de canoas y pangas pequeñas.

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“Pichincha es una bomba de tiempo. Para evitar que los pozos sépticos colapsen nos vemos obligados a desfogar las aguas negras”, admite.

A la contaminación del río se une la mala calidad del agua entubada que se distribuye a los hogares. Ulises Ramos, delegado municipal para supervisar las obras de alcantarillado sanitario, afirma que estudios han determinado que el agua entubada que se distribuye en el cantón no es apta para el consumo debido a que tiene heces fecales y hasta materiales pesados. El líquido se distribuye directamente desde pozos.

César Ruales, residente de la obra que se inició en noviembre pasado, afirma que los obreros constataron que la mayoría de casas están conectadas al ducto cajón del alcantarillado pluvial para desfogar las aguas negras al río. Dice que el plazo para terminar las tareas vence en abril próximo, pero advierte que necesitarán al menos unos dos meses más para culminarlos debido a las lluvias y el surgimiento de obras imprevistas.

Ruales representa a la empresa Superbrand, contratista de los trabajos de alcantarillado sanitario con los que se espera mermar el nivel de contaminación del río Daule.

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Obra tras 25 años
El proyecto de alcantarillado sanitario se ejecuta tras casi 25 años de que Pichincha se convirtió en cantón de Manabí, un 13 de mayo de 1986. El avance es del 40%.

Costo
La obra se financia con un crédito del Banco del Estado al Municipio, de $ 1’700 000. Incluye la instalación de redes primarias, terciarias, tres estaciones de bombeo y una planta de tratamiento de aguas servidas.