AGENCIAS-REDACCIÓN
CARACAS.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuenta también con otro grupo de leyes, aprobadas antes de que los nuevos asambleístas se posesionen, con el cual pretendería callar y mantener a raya a opositores y a los pocos medios de comunicación críticos a su gestión.

Se trata de la Ley de Responsabilidad en Radio, Televisión y Medios Electrónicos, que entre otras cosas prohíbe difundir mensajes por radio, televisión y medios electrónicos (internet, cable u otros) que inciten o promuevan el odio, la intolerancia religiosa, política, o de género, racismo o xenofobia, que promuevan o hagan apología al delito, que alteren el orden público, desconozcan autoridades legítimas, induzcan al homicidio o incumplan el ordenamiento jurídico vigente.

Los proveedores de internet y los portales serán responsables de los contenidos que publican, incluso por comentarios de usuarios, fomentando una autocensura, tal como en Cuba, Irán o China, según analistas.

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"Controlar a los proveedores de servicios de internet es peor que hacerlo con cualquier medio (...) abre la puerta a la censura completa", dice el director del portal coberturadigital.com, el periodista ecuatoriano Christian Espinosa.

Frank de Prada, editor de Noticias24.com, uno de los portales más leídos de Venezuela, asegura que con la ley el regulador tendrá el poder de decidir a discreción si se ofende a un funcionario y recalca que la única solución para evitar el anonimato será eliminar todos los comentarios.

Para los diputados del oficialismo se trata solo de "prevenir mensajes de odio y violencia".

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También se reforma la Ley de Telecomunicaciones que contempla que las concesiones del espectro radioeléctrico, propiedad del Estado, podrán ser revocadas o negadas cuando el presidente crea necesario.

Al respecto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala que el gobierno de Chávez quiere lograr "facultades amplias, imprecisas y ambiguas" para controlar el sector de telecomunicaciones y la tecnología de información. Agrega que estas reformas son "vagas o ambiguas" y están destinadas a "hacer imposible la continuidad de canales de televisión críticos como Globovisión.

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Según la nueva Ley de Telecomunicaciones, todos los canales de televisión deberán renovar sus frecuencias, pero con la presencia física del titular de la licencia, lo que les haría perder la concesión porque su presidente, Guillermo Zuloaga, está en EE.UU., tramitando un asilo por persecución política.