Agencias-Redacción
Johannesburgo-Berlín.- Paul, el pulpo del acuario de Oberhausen, Alemania, que se hizo célebre por sus aciertos en los pronósticos de los partidos del Mundial Sudáfrica 2010, recibió ayer una réplica del trofeo de la Copa del Mundo, a la vez que sus cuidadores anunciaron su retirada. Los responsables del acuario Sea Life dijeron que no habrá más pronósticos a cuenta del cefalópodo.

Su sistema de predicción fue simple: dos cajas con las banderas de los dos países en liza y un mejillón en cada una. Paul comía uno en primer lugar y ello se consideraba signo de que ese equipo ganaría

Lo que empezó como una mera broma fue consiguiendo un importante eco mediático por los aciertos de Paul, que adivinó las cinco victorias de Alemania (Australia, Ghana, Inglaterra, Argentina, Uruguay) y sus dos derrotas (Serbia, España), además del éxito de los españoles en la final de la copa ante Holanda.

El domingo, en Johannesburgo, una pancarta de hinchas holandeses decía: "Pulpo Paul, esta noche te has equivocado". Pero Andrés Iniesta dio el título a España y Paul cerró su pleno de ocho de ocho, confirmándose como uno de los protagonistas inesperados del Mundial.

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"Paul ha disfrutado mucho con la atención", indicó la portavoz del acuario de Oberhausen, Tanja Munzig. "Pero ahora va a volver a sus labores de antes, es decir, a entusiasmar a los numerosos visitantes y hacer sonreír a los niños", señaló.

Pero ¿es Paul un pulpo inglés, de dos años y medio y sin experiencia sexual, como afirman sus biógrafos, o un ejemplar italiano, de apenas cuatro meses y con vigor sobrado como para seguir pronosticando un rato más? Hasta ahora, el medio más leído de Europa, Bild, había afirmado, haciéndose eco de la biografía oficial del pulpo lanzada por el acuario Sea Life, que era originario de Weymounth, Inglaterra, y que llevaba dos años y medio en su vitrina alemana de 1.500 litros.

De acuerdo a esa versión, Paul no había disfrutado jamás de vida sexual, y además no podría contarse con más certeros pronósticos para futuros mundiales en su cómputo, puesto que la esperanza de vida de tales ejemplares es de tres años.

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Pero el pasado domingo, en el mismo Bild, la autoproclamada madre de Paul, Verena Bartsch, entrenadora del pulpo, afirmó que lo capturó con sus propias manos el pasado abril, en aguas mediterráneas, ante la isla de Elba.

"Tenía como máximo cuatro semanas y no medía más que diez centímetros", recordó Verena, según cuyas estimaciones Paul tendría ahora apenas cuatro meses. La cuidadora del pulpo señaló que este lo adquirió el acuario de Oberhausen por 179 euros, tras haber pasado anteriormente por otra pecera alemana, en la ciudad de Coburg.

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La versión de Verena no afecta el inmaculado cómputo de aciertos en este Mundial, pero sí arrojan dudas respecto a su historial anterior, puesto que desde el acuario de Oberhausen se sostenía que el Paul actual, estrella multimediática como no se recuerda en el mundo animal, era el mismo Paul que en la Eurocopa pronosticó -y erró- victoria alemana frente a España en la final. El Sea Life de Oberhausen mantiene, hasta ahora, su versión sobre la biografía del Paul inglés, de dos años y medio.

"He sufrido mucho durante todo el partido, pero el pulpo dijo que íbamos a ganar", manifestó una aficionada española el pasado domingo. En Valencia se escuchó el cántico: "yo soy pulpo Paul, pulpo Paul, pulpo Paul y me gusta el mejillón español, español, español".

La fama y los comentarios sobre Paul no solo han tocado a los simples aficionados, sino también a mandatarios como el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien comentó, a modo de broma, que después de los aciertos del pulpo Paul los brujos indígenas no tienen más trabajo para predecir el futuro. Los jugadores del Mundial no se quedaron atrás. Por ejemplo, el volante español Andrés Iniesta manifestó, en tono jocoso, "que suban los pulpos en España".

Quedan abiertas múltiples incógnitas acerca de su multitalento como oráculo y también biográficas. Lo único cierto, como refiere Napoleón Velasteguí, presidente de la Federación Ecuatoriana de Sociólogos, es que el pulpo Paul puso el toque de buen humor al Mundial. Este profesional asegura que no es posible que alguno de estos animales pueda pronosticar resultados realmente, aunque "pueden existir casualidades". Otro sociólogo, Luis Vega, dice que las redes sociales, en particular, catapultaron a Paul como "ídolo de masas", y que "entrelazó a la gente a nivel mundial".

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