La llamada Lista Clinton contiene los nombres de las empresas y personas del mundo que a juicio del gobierno de los Estados Unidos tienen relaciones económicas con el narcotráfico y fue creada en 1995 en el desarrollo de la lucha contra los carteles colombianos de la cocaína.

Las personas que hacen negocios con quienes aparecen en la lista Clinton incurren en delito federal a la luz de la legislación estadounidense y también suelen ingresar a ese padrón del crimen a menos que demuestren su inocencia.

Así, no será extraño que en breve aparezcan también en esa lista empresas y personas ecuatorianas que hayan sostenido negocios con los hermanos Ostaiza y sus empresas, así se trate de individuos que nunca hayan tenido relaciones directas con el narcotráfico.

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Hoy, más de 1.500 personas y 700 empresas colombianas aparecen en la lista. También hay narcotraficantes y empresas de países como México, Argentina y Perú.

Los bienes que se encuentren en Estados Unidos de quienes aparecen en esa “lista negra” son puestos fuera de comercio e ingresan a un proceso de extinción de la propiedad.

La lista oficialmente es conocida como Specially Designated Narcotics Traffickers ó SDNT list . Es administrada por la Office of Foreign Assets Control (Oficina de Control de Bienes Extranjeros) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y en documentos oficiales es distinguida por lo general con la sigla OFAC.

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l nombre Clinton le es dado popularmente porque fue instaurada en octubre de 1995 mediante la orden ejecutiva 12978 que lleva la firma del entonces Presiente Bill Clinton.

Corresponde a un cúmulo de disposiciones legales con las que Estados Unidos enfrenta alrededor del mundo el tráfico de drogas ilícitas y el lavado de dinero.

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Los primeros delincuentes en ingresar a la lista OFAC fueron los cuatro líderes del cartel de Cali, a saber: Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela (ambos presos hoy en Estados Unidos), Elmer Herrera Buitrago y José Santacruz Londoño, quienes fueron asesinados individualmente, el primero en una cárcel y el segundo en una calle de Medellín cuando huía de la justicia tras haber escapado de una prisión en Bogotá.