“Don Manuel, por pedirle un favor, que venda mi casa y pague mis deudas, y una nota, un papel está en mi cómoda, en mi ropa, quiero que la lea y se la dé a don Iván Sanabria y otra para usted, hasta siempre, amigo”. Cristóbal Alarcón, un fabricante de armas de 28 años, le envió este mensaje por celular a su cuñado Manuel Armijos, a las 06:06 del martes, y luego, con un revólver calibre 38 –que él mismo elaboró– le disparó en el rostro a su esposa, Mariana Quiroz (22), mientras dormía, y en el corazón a su hija, Kerly (de 1 año 6 meses). Se apuntó a la boca y detonó el revólver.