Pareja de estudiantes
‘Mamá, estamos bien, tranquila’
Jorge Andrés Vinueza e Irina Jácome forman una pareja de ecuatorianos que vive, estudia y trabaja en Chile desde hace tres años. El sábado, día del terremoto, tenían previsto venir a Ecuador de vacaciones.

Amalia Alarcón de Vinueza recibió una llamada de su hijo a las 06:45 para contarle que no podría viajar, pero que él y su esposa estaban bien. Ella supo por teléfono del sismo y aunque las noticias ahora la ponen nerviosa, hablar dos veces al día con él la tranquiliza.

Los jóvenes, que viven en la comuna La Providencia, decidieron irse a la casa de un amigo porque el edificio donde vivían se cuarteó. Están frente a un parque donde se refugian cada vez que hay una réplica.

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Paulo Torres, chileno afectado por terremoto
‘No podíamos ni estar en pie’
Jorge Torres, chileno residente en Ecuador desde hace 34 años y quien tiene un negocio de empanadas en la cdla. Alborada, indicó que sus hermanos y sobrinos están asustados por la tragedia que se vive en Chile.

Un amigo lo llamó a las 08:00 y le contó lo que estaba ocurriendo. Luego de una hora de intento se logró comunicar con él y lo tranquilizó diciendo: “Estoy bien, aunque mi casa se cayó”.

Paulo Torres, hermano de Jorge, nos relató cómo sintió el sismo: “Estaba durmiendo cuando empezó un remezón durante 40 segundos y luego se escuchó un estruendoso ruido e inmediatamente empezó el terremoto, de tanta fuerza que mi familia y yo no podíamos estar en pie, nos escurrimos hasta el marco de la puerta de la fachada y de pronto se cayó el techo; tuvimos que salir con un colchón al carro, donde permanecimos toda la noche”.

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Al salir de su casa, ellos veían cómo las fachadas de las casas se caían. En la mañana se dirigió a casa de otro hermano.

Guillermo Bellagamba, chileno residente en el país
‘Encomendé mis hijas a Dios’
Guillermo Bellagamba, dueño de la pastelería La Selecta, en Circunvalación entre Ficus y Las Monjas, tiene en el Ecuador quince años. Sus hijas se encuentran estudiando en Chile.

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Alrededor de las 04:00, un amigo lo llamó para contarle sobre el terremoto. Preocupado, intentó comunicarse con sus hijas, pero no lo logró hasta las 07:00.

Sus hijas, que viven en un edificio de 25 pisos, en el sector de Providencia, al oriente de Santiago, le relataron su terrible experiencia.

“Ellas me contaron que todo en la casa se viró, hasta la refrigeradora. Tuvieron que esperar a que pasara el terremoto para salir a las escaleras, que estaban llenas de vidrios, y las cuales todavía se movían.

“Es angustiante para todos los chilenos que viven aquí saber lo que le puede estar pasando a su familia. Yo, al no poder comunicarme con mis hijas, me encomendé a Dios y dije: que sea lo que Dios quiera”, manifestó Bellagamba.

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Marco Torres, chileno afectado por terremoto
‘Todo Santiago estaba oscuro’
Marco Antonio Torres Agüero, chileno que reside en Ecuador hace 30 años, se encuentra en Chile visitando a su familia y comentó su experiencia.

“El terremoto parecía interminable, horrible. Estaba con mi hermana cuando se fue la luz y empezó el sismo. Todo Santiago estaba oscuro y se veían explosiones por toda la ciudad. En la casa se sentía el quiebre de vidrios, se sentía cómo las cosas caían, pero no veíamos nada.

“Nos pusimos en el balcón, yo juraba que el edificio se venía abajo. Se escuchaban gritos, la gente bajando por las escaleras. Nosotros esperamos a que termine para irnos adonde un familiar. En la mañana fue impactante ver casas en el suelo, paredes encima de los carros y el cielo de un color plomo; fue terrorífico ver las calles desoladas. Hemos pasado despiertos viendo las noticias, porque Chile ha temblado como 12 veces, por lo que estamos alertas. Yo cargo mis documentos y ropa gruesa al lado de la puerta, por si hay que salir corriendo”.

Carlos Labra, chileno radicado en Ecuador
‘...Fue realmente desesperante’
Carlos Labra Jara, dueño del local de empanadas chilenas Labra que Labra, se encuentra en su país natal, en la región Talca de la comuna Río Claro del municipio Maute.

Labra se logró comunicar a las 10:00 con el administrador del local, Ing. José Bravo, y le comentó que se habían producido hasta esa hora cinco réplicas del sismo y que el ambiente que se vive allá es alarmante.

La mayoría de las casas del sector, construidas de adobe, se habían derrumbado. Las familias de la zona se encuentran acampando afuera de sus viviendas y recopilando víveres.

Bravo informó que su jefe le expresó que él y su familia se encuentran bien, aunque la casa sufrió pequeños daños en las paredes.

Labra le contó a Bravo los momentos que vivió en el terremoto: “El piso se movía como si estuviésemos en un barco; las puertas de las habitaciones de la casa se atrancaron, por lo que no podíamos abrirlas, fue realmente desesperante”.

Facebook y Twitter
Por red EL UNIVERSO
“Fue una experiencia aterradora; yo vivo en Santiago, donde se sintió con mucha fuerza el terremoto”. Quien escribe es Mario Garcés, uno de los ecuatorianos que utilizaron las cuentas de Facebook y Twitter de este Diario para contar lo que vivieron en Chile.

Una historia similar compartió el día del terremoto Víctor Ricaurte, quien dijo que “los ecuatorianos con los que me comunico están bien y tratando de hablar con sus familias”.

Después de leer a Ricaurte, Maluli Domínguez, hermana de la presentadora de televisión guayaquileña Mariú, quien trabaja en un canal chileno, preguntó por su familiar. “No he podido comunicarme con ella... Si sabes algo, dime”, anotó desde el Puerto Principal.

En Twitter, Richard Castro, quien vive en Chile desde el 2006, con su esposa y su hija de dos años, dijo que vivió el sismo desde un cuarto piso. “Alcanzamos a bajar y se fue la luz; había nubes de polvo y las sirenas sonaban afuera”, relató.