Al principio de año, personas que fueron favorecidas por el Programa de Sustitución de Focos Incandescentes por Fluorescentes se lamentaron por haber entregado sus focos buenos para recibir focos ahorradores que finalmente resultaron malos, ya que se quemaron a la semana.

Además, indicaban que no tuvieron ningún beneficio y, como esos focos son caros en el mercado, continuaron usando los de siempre.

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Frente a esto, el Ministro de Electricidad y Energía Renovable de ese entonces señaló que los daños no tenían nada que ver con la calidad de las luminarias, sino con otros factores como la deficiencia de las conexiones eléctricas internas de muchos hogares a los que había llegado el programa.
Indicó que las conexiones de mala calidad hacían que la energía llegara con baja intensidad, produciendo la quema de los focos.

Como la verdad tarde o temprano sale a flote, hoy se devela el negociado de los que involucrados en el negocio revolucionario, el año pasado importaron 6’000.000 de focos ahorradores a un costo superior a los $ 6’000.000 (seis millones de dólares).

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Focos que, según cláusulas del contrato de adquisición y su costo, exigían que la vida útil sea mínimo de 8.000 horas (1 año de duración).

Sin embargo, se verificó que no superaban las 2.000 horas de vida útil.
A pesar de que los del Ministerio de Electricidad y Energía Renovable fueron informados del no cumplimiento de tales cláusulas, tres días después iniciaron las importaciones y continuaron con el programa establecido; el resto de la historia ya lo conocemos.

En esta última semana, según datos de prensa, nos informamos de que otra vez se importará una gran cantidad de focos ahorradores que superarán los $ 10’000.000 (diez millones de dólares).

Pregunto, ¿será tal vez en las mismas condiciones contractuales y de calidad que las efectuadas en el 2008?

En esta era de impunidad, donde reina el autoritarismo y predomina la desfachatez, es dócil castigar a la verdadera corrupción. Solo nos queda esperar.

Dios y la verdad sobre todas las cosas.

Alexandro Ponce Arévalo,
Guayaquil