Alguien me reprocha por mis frecuentes desplazamientos a diversos lugares de la geografía nacional, en tiempos de marcada inseguridad; otros me dicen que escriba sobre mis viajes porque les interesa saber de mis experiencias para ellos también aventurarse hacia el mundo de lo desconocido. Como ven, amigas y amigos, hay opiniones para todos los gustos. Los renglones que siguen son una clara invitación para que viajen hacia Méndez, Sucúa y Macas, tres hermosas ciudades con personalidad propia; no se extrañen si encuentran a salesianas y salesianos, monjitas y sacerdotes, están allá desde hace una centuria: la formación cristiana y la educación fueron y son su misión. Viajemos juntos, con nuestra imaginación y con un mapa en nuestras manos.

1. Riobamba-Cebadas-Lagunas de Atillo-Macas; es la antigua Macas-Guamote, una vía donde cada gobierno ha puesto su saco de arena, tanto los de la larga noche neoliberal como el de la autoproclamada revolución ciudadana. Estado de la vía: seis sobre diez, es decir, transitable; se recomienda un cuatro por cuatro o una camioneta alta. ¿Paisaje? Extraordinario. Las lagunas de Atillo son un espectáculo, incluyendo la Laguna Negra donde nace el río Upano. El camino de descenso hacia Macas guarda en cada recodo su belleza peculiar; lo cercano y lo lejano tienen el denominador común del señorío de la naturaleza y la exquisitez de un paisaje cambiante según se asciende o desciende dentro del Parque Nacional Sangay, volcán nevado que se muestra todos los días, con donosura. Riobamba-Macas = 170 kilómetros; en cuatro horas holgadas se llega a la meta.

2. Ambato-Baños-Puyo-Macas. Esta vía casi está terminada, obra de gobiernos del ayer y de hoy. Ambato-Macas = 250 kilómetros, cuatro horas para agradecer a Dios por haber nacido en Ecuador, la patria que siempre fue de todos.  Baños, el Pastaza con sus afluentes, las chorreras, los túneles, Puyo, los 130 kilómetros restantes hasta Macas y el Upano son un encuentro con la vida vegetal, con los caprichos de la naturaleza, con el esfuerzo de nuestros ingenieros, con la alegría y optimismo de nuestra gente, enseñada a trabajar para progresar, no a recibir limosnas para subsistir. El trayecto Puyo-Macas es fascinante, de calendario. Salvo seis kilómetros donde se trabaja aceleradamente, el resto del camino es de primer orden; bien vale aprovechar estos viajes para detenerse y captar en las retinas paisajes que serán inolvidables.

3. Cuenca-Paute-Guachapala-Sevilla de Oro-Mazar-Represa Daniel Palacios-La Sopladora-Méndez. Ciento setenta kilómetros, vía transitable, seis sobre diez; sugiero manejar con los ojos bien abiertos para admirar los caprichos estéticos de la naturaleza y también para mirar al suelo y sorprenderse del poco amor a esta carretera, de los gobiernos de turno, incluido el actual. Cada ciudad mencionada tiene su historia y su encanto. Viajar de brazo con el normalmente caudaloso Paute, hasta Méndez, es un privilegio; además, una ocasión para conocer la realidad y los proyectos de producción hidráulica de energía.

Anímense, amigas y amigos. Sucúa está a 48 km de Méndez; Macas a 18 de Sucúa. Los une una carretera de primer orden. No dejen para mañana lo que pueden hacer hoy; me cuentan, si se animan.