La historia latinoamericana, la historia de México, la Independencia de América, el siglo XIX en América y la España Moderna son algunas de las temáticas, que a modo de materias, han estado a cargo del historiador y catedrático ecuatoriano Jaime E. Rodríguez, quien reside en Estados Unidos y durante las dos semanas anteriores visitó el país para participar en conferencias en Quito, Cuenca y Guayaquil, con motivo de conmemorarse hoy el Bicentenario del Primer Grito de Independencia.

¿Se podría catalogar al 10 de Agosto de 1809 como el primer paso para la Independencia que luego fue extendiéndose a otras naciones?
No. El primer movimiento autonomista ocurrió en el territorio que ahora es España, pero que antes fue también una región gobernada por franceses. Ellos invadieron,  las autoridades aceptaron el hecho, pero el pueblo no y el levantamiento se dio el 2 de mayo de 1808 en Madrid, con lo cual se sacó a los franceses del poder.

Usted afirma que la Independencia de Ecuador obedeció a una revolución política y no social, ¿a qué se debió esto?
Efectivamente, ni en Ecuador ni en ninguna parte de Hispanoamérica hubo una revolución social. La revolución  fue política, porque unos cuantos quisieron autogobierno y no la Independencia específicamente. Hubo la opción de la Gran Colombia, que no tuvo éxito, pero si hubiese resultado, se hubiese creado una especie de comunidad de naciones.

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Si los gobiernos de ese entonces, el de la provincia de Guayaquil y el  de Quito, deseaban una liberación de territorio, ¿por qué tuvieron diferencias para ejecutar acciones que los conduzca hacia ese objetivo?
La actitud de Guayaquil era que quería formar el estado de Quito. Entonces lo primero que hace el gobierno de Olmedo es crear un ejército llamado La División Protectora de Quito y no estaba hablando de la ciudad sino del territorio Reino de Quito, mientras que en otra zona del Reino se podía pensar que Guayaquil quería separarse de este, lo cual es una tontería. La idea de que hubo un regionalismo es prematura, porque creo que el regionalismo que se reconoce hoy surge a fines del siglo XIX y principios del XX; pero claro, había rivalidades porque Quito era la capital y Guayaquil era el centro comercial más importante, pero eso no quiere decir que querían pelearse o separarse, me parece que son exageraciones de políticos y no de la realidad.

¿Usted mencionó en una de sus conferencias que Guayaquil quería ayudar a la independencia del Reino de Quito y sin embargo no tenía los recursos, ¿a cuáles específicamente se refería?
Guayaquil necesitaba a gente preparada. Cuando se va a formar un ejército  se pueden reclutar soldados, pero se necesitan oficiales, sargentos, es decir, líderes que comanden los grupos y eso era lo que faltaba. La mayoría de los soldados era guayaquileña originalmente y los que la dirigían eran principalmente de Venezuela.

¿Haber pertenecido a la Gran Colombia hubiera sido el mismo sometimiento que hubo con la corona española?
Lo que he visto a base de documentos, la experiencia del Reino de Quito en la Gran Colombia fue negativa, porque fue conquistada, se impuso ley marcial, se introdujo el tributo a los indios, se impusieron nuevos estancos, nuevos impuestos.

En su conferencia sobre ‘El proceso emancipador en la Audiencia de Quito’ usted sostuvo que Simón Bolívar calificaba a Guayaquil como una “republiqueta”, ¿por qué considera que usaba esa palabra despectiva?
La llamaba así porque la provincia de Guayaquil no quería hacer lo que él quería. La tesis de Bolívar es que él decía que se decidió que Guayaquil se sumara al ideal de formar la Gran Colombia, pero Guayaquil se negó a hacerlo y hubo situaciones en que fueron obligados a tomar las armas para sumarse a los ejércitos.

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Una de sus afirmaciones es que el Reino de Quito tuvo su independencia de la monarquía española, pero no su libertad, ¿a qué se refiere?
Si usted vive bajo leyes marciales es realmente libertad? Algunos pueden creer que eso era muy bueno, pero yo considero que eso no puede llamarse libertad, sino el cambio de un régimen a otro.

Jaime E. Rodríguez
Tiene 69 años de edad.
De padre quiteño y madre cuencana. Nació en Guayaquil y su familia se trasladó a Estados Unidos siendo él muy joven.

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Ha ejercido cargos en la Universidad de California, donde ahora es
catedrático. Ha recibido reconocimientos y es miembro de organizaciones profesionales.