El rostro de piedra de Jet  Li junto a la habilidad de Jackie Chan para hacer kung-fu con cacerolas, palos y piedras no tiene nada nuevo, pero un sostenido duelo entre ellos bien vale el precio de la entrada para ver El reino prohibido, última película del director Rob Minkoff (El Rey León, Stuart Little y Stuart Little II).

El problema es que el tan esperado encuentro marcial decae al punto de producir hasta sueño. Hay acción, pero no tiene fuerza. De hecho, tanto se esperaba de este momento de la producción, que pasa de un malogrado clímax a una escena efímera.

Publicidad

Tiene algo, pero no concreta mucho. Sin embargo, los guiños, los encuentros de diálogos y hasta los amagos y piques de estos dos personajes en el resto de la cinta están mejor logrados y le dan un buen puntaje a la película.

La historia, por su parte, deja mucho que desear; la gran leyenda china del sabio mago sacerdote y guerrero Rey Mono se “hollywoodiza” al punto de infantilizarse.

Publicidad

Hay cabos sueltos, ciertas incoherencias en el desarrollo de las habilidades y aptitudes de varios personajes; prima en definitiva el sentido de la amistad frente al valor de la tradición, tan arraigado en la cultura oriental. No es una cinta con pretensiones.

Rara vez me sucede que la banda sonora de una película me moleste. Esta fue cansina, no tan acorde a las escenas la mayoría de las veces y poco coherente en su discurso. Entorpecía la acción desarrollada más que potenciarla.

Creo que visualmente la propuesta inicial de este director estadounidense iba por buen camino al empezar la cinta, incluso se podría pensar en el anime o el cómic, por la secuencia de imágenes, pero luego se va por otro camino.

Un pretendido culto a los jarrones chinos, que se quiebra sin emitir mayor sonido que el poco aprovechamiento de tener dos estrellas juntas.

Si se sabe conocedor o seguidor de la cultura oriental, verla significará salir defraudado, pero si no le molesta que la tradición merme al precio del mercado de consumo cinéfilo, será una buena opción de fin de semana para toda la familia.