Los líderes de Gran Bretaña, Francia y la UE se reúnen este lunes en Londres en un nuevo esfuerzo por contener la expansión devastadora de la crisis económica, mientras las expectativas generadas por nuevas medidas de choque en Estados Unidos y China provocaban un fuerte repunte de las bolsas.

Los mercados asiáticos cerraron una sus mejores sesiones de las últimas semanas con alzas espectaculares, una tendencia de euforia retomada en Europa, que los analistas atribuyeron a la perspectiva de un recorte de las tasas de interés en Estados Unidos, acompañado de un nuevo plan de revitalización económica.

La reunión de Londres estará protagonizada por el primer ministro británico, Gordon Brown, el presidente francés, Nicolas Sarkozy -presidente en ejercicio de la Unión Europea-, y el jefe de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.

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Se iniciará a las 15H00 GMT y estará consagrada a estudiar medidas para revitalizar la economía europea, según una fuente de la presidencia francesa.

El objetivo es "dar coherencia" a los diferentes planes de rescate europeos "para transmitir un mensaje de confianza en el Consejo Europeo del 11 y 12 de diciembre" en Bruselas, añadió la fuente.

Letonia, un pequeño país báltico miembro de la UE, anunció el lunes haber alcanzado un acuerdo para recibir un paquete financiero de Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ante el desplome de su economía.

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"Hemos concluido un acuerdo. Todos los documentos serán firmados mañana" martes, declaró a la AFP Edgars Vaikulis, portavoz del primer ministro, Ivars Godmani, sin ofrecer más detalles.

La cumbre de Londres se celebra en momentos en que la economía europea sigue perdiendo empleos.

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El grupo sueco del acero SSAB anunció un recorte de 1.300 puestos de trabajo motivado por una fuerte caída de la demanda.

Los rumores sobre la solvencia del sector automotor obligaron al patrón del alemán BMW a defender que su compañía no está en crisis, pese a la caída brutal de las ventas en noviembre (-25%).

"BMW no está en crisis", dijo Philipp von Sahr al diario alemán Tagesspiegel, pese a reconocer que en "términos globales, no se va a alcanzar los resultados de 2008".

Su compatriota Audi registró un aumento de sus ventas del 0,4% el mes pasado, pero Daimler informó de una caída del 4%.

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En Estados Unidos, las miradas siguen puestas en la decisión que tomarán los congresistas sobre la ayuda requerida por los constructores General Motors, Chrysler y Ford para evitar la bancarrota.

Los demócratas habían dicho que el pacto por unos 15.000 millones de dólares para los constructores era inminente tras un fin de semana de negociaciones con la Casa Blanca, pero los republicanos advirtieron que les espera aún una semana de intensos debates sobre el proyecto de ley.

Aun así los inversores se mostraban confiados el lunes ante la posibilidad de una intervención contundente del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, que asumirá sus funciones el 20 de enero, para reactivar la primera economía mundial y frenar el aumento del desempleo.

El viernes, Obama declaró que ya "es tiempo de responder con urgente resolución para que la gente vuelva a trabajar y la economía (de EEUU) vuelva a ponerse en marcha".

En Beijing, los dirigentes chinos abrieron su Conferencia anual sobre el Trabajo Económico Central, destinada a trazar los ejes de la política económica del gigante asiático para 2009, en momentos en que su crecimiento se ralentiza.

La conferencia girará en torno a la manera en que el gobierno empleará sus palancas fiscales y monetarias para impulsar la creación de empleos y la demanda doméstica, reduciendo a la vez su dependencia en las exportaciones, según el diario estatal China Daily.

La mala nota de la jornada fue para Moscú. Standard and Poor's rebajó la calificación de su deuda soberana a largo plazo, de BBB+/A-2 a BBB/A-3, con perspectiva negativa.

La agencia de calificación justificó su decisión en una brusca salida de capitales motivada por la crisis económica mundial, que "ha incrementado los costos y la dificultad del país para hacer frente a sus necesidades externas de financiación".

La crisis económica mundial ha golpeado a Rusia con una fuga de capitales extranjeros, pérdidas de empleos, una devaluación gradual del rublo y una contracción del crédito.

En los mercados, la bolsa de Tokio cerró con una subida de 5,20%, Hong Kong de 8,7% y Seúl, de 7,5%.

Hacia las 13:00 GMT, en Europa, Fráncfort se disparaba 5,90%, Londres 4,66%, París, 6,63% y Madrid, un 4,60%.