Eugenio Caballero, ganador del Oscar del 2007 por su diseño de arte en el filme El laberinto del fauno y que colabora en la cinta Rabia, dirigida por el realizador ecuatoriano Sebastián Cordero, de próximo estreno, cuenta que tras el Oscar está inmerso en una infinidad de proyectos. Unos de gran formato y otros más personales. Anota que “es un deber  seguir haciendo nuestras historias (latinas), pero por otro lado también traer los proyectos norteamericanos a nuestros países”. Caballero estuvo en Quito, en  la Fiesta Internacional de la Cultura.

¿Su Oscar abrió puertas para el cine latinoamericano?
Es un buen momento, pero se están empezando a cosechar frutos de un trabajo bien hecho en varias generaciones. Siento que el Oscar en realidad es un premio mediático. Lo más importante es que la película se haya visto y haya gustado. Ese año hubo 16 mexicanos para el Oscar, los apellidos en español van apareciendo en las distintas ternas, en los distintos espacios, se tiene un poco más de prestigio. Hay avidez por lo que viene de nuestros países y del tamaño de esa avidez y de esa oportunidad tiene que ser nuestra responsabilidad como cineastas. Debemos entender que hay que volver a meter a nuestra gente en el cine, llenar las  pantallas de nuestros países. Demostrar que tenemos el talento que siempre hemos dicho que existía y aprovechar la ventana de estos premios.

¿Desde los Estados Unidos hay interés en cazarlo para nuevos proyectos?
Sí, nos invitan a proyectos, pero, como decimos en México, ‘el balón está en mi cancha’ y tengo que decir adonde voy.

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¿Qué le interesa a la industria norteamericana de Latinoamérica?
Ellos están interesados en nuestros talentos para contar sus historias. Y   nuestras historias tienen cabida porque el mundo está ávido de conocer qué está pasando no solo en Latinoamérica sino en el mundo. El cine es la voz de los pueblos, es la memoria que perdura. El fin último del cine es hacer sentir indignación por una denuncia, emoción por una historia de amor o  tristeza. En la medida que se cuenten estas historias honestamente, vamos a triunfar.