Es un tratamiento muy humectante ya que el ácido hialurónico es el más eficaz de los hidratantes; las frutillas protegen la piel de los efectos del sol, los radicales libres, mejoran la producción de colágeno y aportan una mayor firmeza y apariencia radiante. El efecto reafirmante se siente inmediatamente. Primero se limpia el rostro con un tónico y leche limpiadora. Después se permeabiliza la piel mediante un peeling para eliminar las células muertas, esto deja el cutis renovado, fresco, terso, luminoso y preparado para recibir la mascarilla, la que además de frutillas frescas lleva té verde, miel o aloe vera, dependiendo del tipo de piel; la primera se usa en pieles maduras o resecas, y la segunda, en las de tipo mixto, graso o con signos de cansancio. La vitamina C juega un doble papel, como antioxidante y cofactor enzimático; además brinda una protección cutánea al revertir el daño solar preexistente, por lo cual este facial es recomendable antes o después de la exposición solar. Después de retirar la máscara se limpia la piel y se deja descansar por cinco minutos, luego se aplican nutrientes. A continuación el ácido hialurónico, que ayuda a reforzar el efecto hidratante de las fresas. La clave de este activo es que la piel lo absorbe muy fácilmente y entre sus propiedades están el aportar mayor elasticidad y flexibilidad a la piel, absorber el agua y proporcionar humedad, formando una película protectora en la superficie que evita que el cutis se seque y arrugue. Por último, se aplica una emulsión de la línea Impact Abidis.El tratamiento cuesta $ 25.